Seguramente alguna vez te has preguntado qué se hace con una imagen bendita de cartón, papel o madera, o incluso con un Niño Dios fabricado con yeso, que se encuentra roto o requebrajado. ¿Lo puedo tirar a la basura? Y de ser así, ¿cómo debemos hacerlo?
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En un video en sus redes sociales, el padre José de Jesús Aguilar, sacerdote de la Arquidiócesis Primada de México, nos explica qué hacer con un Niño Dios o con cualquier otra imagen religiosa, de acuerdo con el tipo de material con la que esté fabricada.
En el caso de las figuras hechas con yeso o algún material similar, el padre José de Jesús recomienda, antes que nada, evaluar si la pieza puede ser reparada o debe ser desechada.
“Si tu imagen es de yeso y se le rompió un dedito, la manita, se le desprendió un brazo o la cabeza, y tiene una posible restauración, un posible arreglo, hazlo. Hay personas que se dedican a ello. Sin embargo, hay ocasiones en que la imagen quedó tan rota que es muy difícil restaurarla, saldría más caro restaurarla y pegarla que poder comprar una imagen nueva”.
Si te preocupa tirar los restos de tu Niño Dios a la basura, sin más ni más, el P. José de Jesús Aguilar, sacerdote de la Arquidiócesis de México explica que esto no puede ser así:
Aunque la imagen ha perdido su bendición (Porque recordemos que una imagen, cuando se rompe o se daña, pierde la bendición) no es correcto que tengamos una cabecita o una parte de una imagen en la basura, por lo tanto, se sugiere que, con mucho cuidado, con un martillo o con algo más, tú vayas destruyendo esa imagen hasta dejarla convertida en pequeños fragmentos”.
Una vez destruida -explica el sacerdote- puede ser depositada en una maceta, en un jardín o desechada directamente en la basura.
Sobre las imágenes de cartón, cromos o calendarios religiosos que eran muy bonitos y que después la gente ya no sabe qué hacer, recomienda que se siga un proceso similiar; es decir, recortarlas al máximo utilizando unas tijeras, y una vez hecho esto, desecharlas.
Finalmente, el padre Aguilar, párroco de la Iglesia de los Santos Cosme y Damián en la Ciudad de México, pidió no desechar las imágenes antiguas fabricadas de materiales como madera o de pasta.
“En este caso, por antigüedad y por el material, no hay que desecharla, hay que ir con un restaurador profesional”.
Y agregó:
“Claro, la imagen es más costosa y la restauración será un poco costosa, pero bien vale la pena, porque las imágenes antiguas no solamente son arte, sino también un documento histórico que nos habla de cómo eran las imágenes en otro tiempo”.
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