El capellán militar sirve a las fuerzas armadas para brindar apoyo espiritual y pastoral a sus miembros y a sus familias. Foto Capellanía Militar.
Día a día los elementos de las fuerzas armadas están expuestos a enfrentar diversas situaciones dentro del ámbito de sus responsabilidades y que van desde apoyar a la población afectada por fenómenos naturales hasta enfrentar a grupos delincuenciales, por lo cual es fundamental que cuenten con una figura que les pueda apoyar espiritualmente para poder afrontarlas: el capellán militar.
Un capellán militar, en el caso de la Iglesia Católica, es un sacerdote que sirve a las fuerzas armadas para brindar apoyo espiritual y pastoral a los soldados, pilotos y marinos, así como a sus familias, atendiendo sus necesidades religiosas y espirituales, independientemente de su fe o creencia.
El párroco Castrense Jorge Reyes de la Riva, indicó que el capellán militar en México es un clérigo diocesano que es nombrado por el Obispo para fortalecer el servicio espiritual y moral de los integrantes de las Fuerzas Armadas de México y de sus familias, que peregrinan en su jurisdicción eclesiástica.
Sin contar con un grado y sin percibir un sueldo, el capellán militar asiste espiritualmente a los integrantes del Ejército, la Fuerza Aérea, la Guardia Nacional, la Marina y a sus familias para evangelizarlo y hacer presente a Cristo, además de que manifiesten su adhesión a Cristo como discípulos y misioneros, siendo constructores de la paz.
En este sentido, en el numeral 566.1 del Código de Derecho Canónico se establece que el clérigo capellán militar “debe estar provisto de todas las facultades que requiere el buen cuidado pastoral”.
“Además de aquellas que se conceden por derecho particular o especial delegación, el capellán, por razón de su cargo, tiene la facultad de oír las confesiones de los fieles encomendados a su atención, predicarles la palabra de Dios, administrarles el Viático y la unción de los enfermos, y también conferir el sacramento de la confirmación a los que se encuentran en peligro de muerte”, precisa el Código.
Del mismo modo, se afirma en el punto 2 del numeral 566, “en hospitales, cárceles y viajes marítimos el capellán tiene además la facultad, que sólo puede ejercer en esos lugares, para absolver de censuras latae sententiae (penas ya impuestas) no reservadas ni declaradas, permaneciendo firme, sin embargo, lo prescrito en el canon 976”, esto es absolver a una persona de un pecado contra el sexto mandamiento (castidad), a menos que esté en peligro de muerte.
Como todo clérigo, explicó el padre Reyes de la Riva, el capellán militar tiene una formación en filosofía, teología y en alguna especialidad en materia eclesiástica que se obtienen en instituciones educativas recocidas por la Iglesia.
Respecto al nombramiento, el presbítero debe recibir su designación de parte del Obispo de la diócesis a la que se encuentra incardinado, destacando que en el caso de México cada Obispo dispone los requisitos que se requieren nombrar al clérigo capellán militar en su jurisdicción eclesiástica.
El capellán militar en México es un clérigo incardinado a una Diócesis, forma parte de un presbiterio, hace comunión con él mismo y con su Obispo, sólo que ha recibido un nombramiento para servir en una pastoral diferenciada, la pastoral castrense, convirtiéndose en ministro ordenado itinerante que sirve a los integrantes del Instituto Armado de México y a sus familias en el lugar donde se encuentren.
En la Arquidiócesis Primada de México, el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, erigió la Parroquia Personal Castrense, que es la parroquia militar-naval de la Iglesia católica para las Fuerzas Armadas de México, que peregrinan dentro de la jurisdicción eclesiástica de la Arquidiócesis.
Esta circunscripción eclesiástica, de carácter personal, se encuentra vinculada canónicamente a la Arquidiócesis Primada de México, específicamente a la Vicaría Episcopal de Laicos en el Mundo, en la que el Arzobispo realiza el oficio capital por la Gracia de Dios y de la Santa Sede y ha delegado las tareas pastorales de asistencia a las Fuerzas Armadas al M. Itre. Sr. Pbro. Lic. Jorge Reyes de la Riva, Capellán General Militar y Párroco Personal Castrense.
“La Parroquia Personal Castrense tiene como función principal implementar la Política Integral de Bienestar del Sector Fuerzas Armadas de México, a través de actividades del fortalecimiento psicosocial y espiritual dirigido a los elementos del Instituto Armado de México y sus familias en las condiciones especiales de vida, independiente de su credo y confesión religiosa, siempre respetando las creencias de cada persona y el Estado de Derecho de nuestro país”, indicó el padre Reyes de la Riva.
La Parroquia Personal Castrense de la Arquidiócesis de México se encuentra ubicada en la Calzada Legaria, número 861, colonia Irrigación, en la Alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México; y sus horarios de atención son de martes a sábado de las 09:00 a las 14:00 horas, y los domingos permanece cerrada.
Para mayores Informes puedes enviar un mensaje de WhatsApp al número +52 55 7581 3004 o enviar un correo electrónico a informes@parroquiacastrense.org.
Ante el hecho de que la labor del capellán militar se centra en las Fuerzas Armadas y éstas dependen directamente del Gobierno federal, sus actividades se sustenta en el Derecho Constitucional y en el Derecho a la Libertad a Creer que tiene todo ciudadano mexicano.
“El capellán militar es reconocido por la Iglesia católica, aunque no por el Estado Mexicano y como ciudadano mexicano, se ejercita en su libertad a creer y comparte su fe entre los integrantes del Instituto Armado de México y sus familias, por lo anterior los soldados y marinos lo reconocen de manera informal y le dan trato como uno de sus integrantes, insertándolo en el ámbito castrense”, aseguró el sacerdote.
El padre Jorge aseguró que los integrantes del Instituto Armado y sus familias reconocen la labor permanente que el capellán militar realiza en bien de la comunidad católica militar y demás personas de buena voluntad, ya que “soldados, pilotos y marinos dan un trato de comandante a su capellán militar e incluso de honor, porque reconocen en el sacerdote al hermano mayor que los encamina a Dios”.
La respuesta, subrayó, siempre ha sido de respeto y cordialidad y dan testimonio de lo anterior los encuentros de:
“La relación con la Secretaria de la Defensa Nacional y con la Secretaria de Marina, es cordial más no formal, ya que en México por sus antecedentes históricos no existe un obispado castrense, por lo que no existe un concordato de colaboración entre el Estado Vaticano y el Estado Mexicano.
“Asegurar la pastoral castrense en nuestra patria, es asegurar la atención y servicio espiritual de todos y cada uno de los integrantes de un Instituto Armado de México moderno y de sus familias, que profesan mayoritariamente el credo católico”, aseveró el capellán militar.
El presbítero Reyes de la Riva enlistó las cuatro cualidades que debe tener un buen capellán militar:
“El sacerdote castrense es un nómada pastoral y espiritual, así como un contemplativo de las armas en medio de la soledad de los cuarteles, en la estrechez de un buque o en zonas lejanas y abruptas. Por ello, citando al Papa Francisco, debe orar, pues sin oración no podemos hacer todo lo que la humanidad, la Iglesia y Dios nos demandan en este momento histórico”, definió el párroco castrense.
Como en toda parroquia, el capellán militar atiende de manera cotidiana:
También se atienden a los infantes, adolescentes, jóvenes, adultos y tercera edad, con una reunión semanal del ‘grupo de vida’, los matrimonios y las familias se reúnen de manera mensual, de la mano del padre Jorge Reyes y de sus agentes laicos de pastoral castrense.
Como parte de las acciones de la Pastoral de la Consolación, todos los días el capellán militar, desde la Parroquia Personal Castrense de la Arquidiócesis Primada de México, atiende con gratuidad una serie de obras de misericordia, como:
“Cabe destacar que nuestros medios de comunicación han servido y seguirán funcionando, tanto en redes sociales como en la página web, como una herramienta eficaz para la evangelización de los integrantes del Instituto Armado de México.
“Continuamos día con día, una pastoral castrense en salida, constatando que los miembros del Instituto Armado de México son hombres y mujeres de fe al servicio de la patria. En comunión con nuestro Arzobispo Primado de México, Sr. Cardenal Carlos Aguiar Retes, sus Obispos Auxiliares y Vicarios Episcopales, podemos decir: ¡Cristo vive en medio de nosotros!”, concluyó el padre Jorge Reyes.
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