¿Por qué los Papas se cambian el nombre cuando son electos?

En el 2013, cuando el Cardenal Jorge Mario Bergoglio fue electo Papa cambió su nombre por Francisco para iniciar su pontificado. Los mismo con los Papas anteriores: Joseph Aloisius Ratzinger por Benedicto XVI y Karol Wojtyla por Juan Pablo II. Cada vez que ocurre un conclave nos llama la atención este hecho tan particular y nos preguntamos ¿por qué los Papas se cambian el nombre?

El cambio de nombre se muestra en la Biblia

En la Sagrada Escritura encontramos el hecho de que Dios cambia el nombre a las personas que les confía una misión especial, como es el caso de Abram, quien fue cambiado su nombre por Abraham, que significa “padre de todas las naciones”. En el Nuevo Testamento, Jesús le cambió el nombre a Simón, llamándolo Céfas o Pedro, que significa “roca”, haciendo alusión a que él será la roca sobre la que edificará la Iglesia. Pedro tendrá la misión de “apacentar a las ovejas” y ser la cabeza de los apóstoles. Él será el primer Papa de la historia de la Iglesia.

¿Quién fue el primer Papa que se cambió el nombre?

El primero en cambiarse el nombre será el Papa Mercurio, en el año 532, quien teniendo el nombre de una deidad pagana se cambiará el nombre por “Juan II”, recordando a su predecesor Juan. Algunos sucesores tomaron la costumbre de cambiarse el nombre y es hasta el siglo X donde se hace una tradición hasta nuestros días.

¿Por qué el nombre de los Papas?

La elección del nombre de parte de cada Papa puede tener diferentes motivaciones. El nombre que más ha sido utilizado es “Juan”, usado 23 veces, seguido de Gregorio y Benedicto, ambos 16 veces, pero hasta la fecha ninguno ha querido llamarse “Pedro”, como el primer Papa, pues consideran que sería equipararse al primer Papa de la Iglesia.

¿Por qué ningún Papa quiere llamarse Pedro?

Hay muchas leyendas y supersticiones respecto al Papa que se haga llamar “Pedro II”, pues sería el último Papa de la historia, según las Profecías de los Papas de San Malaquías, ya que vendría el final de los tiempos. Conviene aclarar que estos textos son esotéricos y no pasaría absolutamente nada si un Papa eligiera ponerse “Pedro II”.