Pidamos por los sacerdotes. Foto: Cathopic
San Juan María Vianney, también llamado el Cura de Ars, es el patrono de los sacerdotes, por ello, su fiesta litúrgica el 4 de agosto es un día de celebración para todo el presbiterio.
Sin embargo, cualquier día es bueno para encomendar a nuestros sacerdotes y orar por las vocaciones.
En vida, el Cura de Ars, destacó como un gran confesor que trabajó con empeño para atender a sus fieles hasta el día de su muerte.
Fue el Papa Pío XI quien lo canonizó y posteriormente proclamó como patrono de los párrocos. Mientras que en 1959, san Juan XXIII le dedicó la Encíclica Sacerdotii Nostri Primordia, proponiéndolo como modelo para los sacerdotes.
Con la siguiente oración encomienda a todos los sacerdotes para dar gracias por su ministerio y por el bien que hacen a la sociedad con su labor.
Señor Jesús, sumo y eterno Sacerdote:
Guarda de todo mal y da Tu gracia y bendición
a quienes pertenecen al orden sacerdotal.
Concédeles oídos de discípulo
para reconocer y obedecer Tu voz;
amor por Tu Palabra y lengua de profeta
para hablar Contigo y de Ti;
un corazón misericordioso como el Tuyo;
manos compasivas que sepan bendecir,
absolver, consagrar, consolar, ungir,
y pies que los conduzcan a servir
con alegría, caridad, sabiduría y humildad.
Conserva su asombro ante el milagro
de Tu presencia entre nosotros.
Mantenlos fieles a Tu Iglesia
y a su vocación,
encomendados a la Virgen María,
y perseverantes en la oración.
Socórrelos, ilumínalos, cólmalos de amor
Hazlos santos y ayúdalos a irradiarte
para que cuando los busquemos
podamos siempre encontrarte.
Te lo pedimos por nuestra dulce Madre
Santa María de Guadalupe
y por San Juan María Vianney,
patrono de los sacerdotes. Amén.
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