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La leyenda del ‘Cristo de El Cachorro’ y una oración contra los que “apuñalan” por la espalda

El ‘Cristo de El Cachorro’ es una famosa imagen de madera venerada en la ciudad de Sevilla, España. En este artículo te contamos su leyenda y te compartimos una oración contra los que atacan a traición. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Aquí te lo explicamos.

La historia de el “Cristo de El Cachorro” se remonta al siglo XVII, y está estrechamente ligada a la Hermandad de El Cachorro, una de las cofradías más antiguas y significativas de la Semana Santa sevillana.

La leyenda de el Cristo de El Cachorro

Si bien son muchas las leyendas e historias que guarda esta imagen de Jesús crucificado, una de las más conocidas es la que aparece en el libro Leyendas, Tradiciones y Curiosidades Históricas de la Semana Santa de Sevilla, de Vicente Rus y Federico García de la Concha.

La leyenda cuenta que en Triana -barrio de la ciudad española de Sevilla, en Andalucía, y uno de los once distritos en que está dividido el municipio- vivía un gitano al que apodaban “El Cachorro”.

El Cachorro tenía muchos atributos, entre ellos, que tocaba y cantaba muy bien.

A este hombre se le veía todos los días cruzar a Sevilla, a través del famoso Puente de Barcas, para ir a visitar a alguien.

Un hombre, que no era gitano, comenzó a sospechar que él podía ser la persona con la que su esposa lo estaba engañando.

Los celos llevaron un día a esta persona a seguir al Cachorro de cerca, y cegado por el dolor de la infidelidad, no esperó a confirmar sus sospechas, sino que aprovechando que El Cachorro se encontraba inclinado bebiendo agua de un pozo, le asestó 7 puñaladas por la espalda.  

¿Qué tiene que ver El Cachorro con el Cristo crucificado?

La leyenda señala que, justo en el momento en que El Cachorro se encontraba agonizando, pasaba por ahí el escultor sevillano Francisco Antonio Gijón, quien se detuvo a observar el rostro moribundo del gitano.

Aquella imagen fue tan impactante para el artista, que la dibujó inmediatamente en un carboncillo y posteriormente la plasmó en el Cristo de la Expiración, como también se le conoce a la imagen.

Con el tiempo, se supo que los celos de aquel hombre eran infundados porque la justicia descubrió que, efectivamente el gitano visitaba todos los días a una mujer en Sevilla, pero no se trataba de la esposa de aquel individuo, sino de una hermana de El Cachorro que había nacido fuera del matrimonio de sus padres.

El hecho fue tan conocido que, según la misma leyenda, la primera vez que el Cristo salió en procesión en 1682, algunos vecinos del barrio de Triana gritaban: “¡Miren, si es El Cachorro!”.

Diversos artistas coinciden en que este Cristo, en virtud de su expresividad, pertenece a una escuela ligada al barroco español: muestra a un Cristo con la mirada hacia el cielo (no hacia abajo); en su gesto moribundo, su boca exageradamente abierta permite ver los dientes y el paladar.

Cristo de El Cachorro en Sevilla, España / Foto: Especial

El Cristo de El Cachorro o de la Expiración se encuentra en el barrio de Triana en la Basílica del Cristo de la Expiación, también conocida como del Patrocinio, y es visitada todo el año, especialmente en Semana Santa.

Oración contra los que “apuñalan” por la espalda

¡Oh amado Cristo de El Cachorro!
En este momento de dificultad, te busco para encontrar refugio y protección en ti. Tú conoces bien las traiciones y las falsedades que enfrento en mi vida. Las palabras dañinas y los rumores infundados que pesan sobre mi espíritu y no me dejan vivir en paz.
Te pido, Cristo de El Cachorro, que extiendas tu protección sobre mí para que nadie me “apuñale” por la espalda. Dame también la fortaleza para resistir los efectos de las mentiras y la malicia de aquellos que buscan causarme daño. Ayúdame a mantener mi corazón puro y mi mente serena frente a las adversidades que encuentro.
Infunde en mí tu compasión para comprender las motivaciones de aquellos que me lastiman y la sabiduría y la gracia para perdonar sus acciones. Dame fortaleza para que pueda sobrellevar estos momentos de dolor y de infamia con dignidad y con la frente en alto.
En tu nombre, ¡Oh amado Cristo de El Cachorro!, busco paz y protección, y confío en tu divina gracia para superar esta prueba. Amén.
DLF Redacción

La redacción de Desde la fe está compuesta por sacerdotes y periodistas laicos especializados en diferentes materias como Filosofía, Teología, Espiritualidad, Derecho Canónico, Sagradas Escrituras, Historia de la Iglesia, Religiosidad Popular, Eclesiología, Humanidades, Pastoral y muchas otras. Desde hace 25 años, sacerdotes y laicos han trabajado de la mano en esta redacción para ofrecer los mejores contenidos a sus lectores.

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