Todavía es común ver en las iglesias las pilas con agua bendita donde los feligreses mojan sus dedos para después trazar una cruz sobre su frente. Pero también cada vez es más común ver cómo esta agua es utilizada para actos de superstición o magia que ofenden a Dios. Es por ello que queremos compartirte algunos mitos y realidades en torno a este sacramental.
Estos son algunos mitos y realidades comunes sobre el agua bendita:
Mito: El agua no es necesaria en el Bautismo. Hay quienes aseguran que cuando no se tiene agua para celebrar un Bautismo, se puede utilizar cualquier líquido en su lugar. Realidad: El agua es fundamental. Las Sagradas Escrituras hablan del agua como un elemento fundamental para el Bautismo; no queda margen para ninguna interpretación metafórica. Sobre el agua en el Bautismo, se encuentra en citas bíblicas como éstas: Jn 3,5; Hch 10,47; Hch 8,36. Y en la Tradición, Tertuliano, Justo Mártir y san Agustín, entre muchos otros, trataron el tema.
Mito: Sana milagrosamente. Algunos fieles con enfermedades intestinales o padecimientos crónicos llegan al extremo de beber agua bendita para sanar. Esto es un error. También hay quienes acostumbran rociar las heridas corporales con agua bendita para obtener con ella la sanación. Realidad: Es costumbre cristiana bendecir los alimentos y las bebidas, pero a manera de agradecimiento a Dios. Si uno está lastimado debe de atender la herida médicamente. El agua debe rociarse sobre la frente o la cabeza.
Mito: ¿Todo es bendecible? Hay quienes piensan que todo se puede bendecir, incluso una pistola, y entonces Dios protegerá al portador en sus fechorías. Otros creen que una medalla bendita, un escapulario o un crucifijo protegen de asaltos, enfermedades y trae dicha en la vida. Realidad: Ninguna imagen protege. Hay objetos que van en contra de los mandamientos y no se deben bendecir; deben ser utilizados para bien. Ningún artículo bendito puede proteger contra asaltos y otras desgracias. Su objetivo es otro.
Mito: Es el ‘seguro’ del auto y el negocio. Hay quienes creen que al bendecir su automóvil éste no se descompondrá o no será objeto de robo. Otros creen que rociar con agua bendita el negocio o las puertas y las ventanas de la empresa garantizará prosperidad y bonanza. Realidad: La bendición no es una especie de protección contra asaltos y descomposturas. Y los objetos de alto costo material que se bendicen es a manera de agradecimiento y como una expresión de compromiso para darle un buen uso.
Nació el 23 de Octubre de 1943. Entró al Seminario Conciliar de México en el año de 1957 y se ordenó en 1969. Dio clases por ocho años de Pastoral Parroquial en el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos. Fue Director del Periódico Criterio de la Arquidiócesis de México y de la Comisión del Diaconado Permanente de la Arquidiócesis de México. Fue columnista en varias revistas y periódicos católicos con temas sobre la religiosidad popular, hasta el día de su muerte, en septiembre de 2021. Actualmente la redacción de Desde la fe lleva su nombre: Redacción Sergio Román del Real, por su invaluable colaboración en este proyecto.