Los santos son seres humanos que ya gozan de la presencia de Dios, y cuyas vidas son ejemplo de vida cristiana. La simbología asociada a ellos, sea un libro, una palma, un halo, o cualquier objeto con que se les represente, actúa como un rasgo de identidad que transmite sus atributos o enseñanzas.
Por ejemplo, a san Pedro frecuentemente se le representa torturado en una cruz invertida, ya que él mismo pidió morir de esa manera por sentirse indigno de morir crucificado como Jesús, lo que representa un signo de humildad y reconocimiento a la grandeza de su Maestro. O bien, hay imágenes que lo representan portando las llaves del cielo, para simbolizar su papel como guardián del Reino de Dios.
En el caso de san Judas Tadeo, lo principales símbolos de su imagen son el báculo, la llama en la cabeza y el medallón, y este es su significado:
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