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Kerigma: Cuál es su significado y por qué es importante

El Kerigma es vital para la fe católica, por ello conocer su significado, comprenderlo y llevarlo a la práctica es fundamental en nuestra vida espiritual. En este artículo te compartimos qué es el Kerigma y su importancia.

Origen y significado de la palabra Kerigma

La palabra “kerigma” tiene su origen en el griego clásico y se encuentra en el Nuevo Testamento griego. Proviene del verbo griego “kerusso”, que significa “proclamar” o “predicar”, y su sustantivo correspondiente es “kērugma”, que se refiere al mensaje o contenido de lo que se proclama.

El término se utiliza en el contexto cristiano para referirse a la proclamación del Evangelio de Jesucristo, es decir, la enseñanza central del cristianismo sobre la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, así como sobre la salvación que ofrece a la humanidad a través de la fe en Él.

El Kerigma, por lo tanto, es el mensaje esencial y fundamental de la fe cristiana.

Te recordamos: Amor al prójimo o sacrificios, ¿qué vale más a los ojos de Dios?

¿Qué es el Kerigma para la Iglesia Católica?

El núcleo central de la fe cristiana es la proclamación del Evangelio de Jesucristo. El Kerigma, es esa proclamación jubilosa y liberadora de la Buena Nueva de la salvación en Cristo. En cada acción litúrgica, desde la entrada solemnemente procesional hasta la bendición final, el Kerigma nos acompaña, iluminando y dando significado a cada gesto y palabra.

¿Por qué es importante el Kerigma?

El Kerigma desempeña un papel crucial en la Iglesia Católica por varias razones fundamentales:

  • En primer lugar, el Kerigma nos recuerda la razón fundamental de nuestra adoración: Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, quien con su vida, muerte y resurrección nos ha reconciliado con el Padre y nos ofrece la promesa de la vida eterna. En medio de la liturgia, el Kerigma nos llama a renovar nuestra fe en Cristo y a responder con gratitud y amor a su llamado de seguimiento.
  • En segundo lugar, el Kerigma infunde vitalidad y fervor en nuestras celebraciones litúrgicas. Cuando comprendemos y proclamamos la verdad del Evangelio, nuestra adoración se convierte en un testimonio vivo de la realidad transformadora del amor de Dios. Cada palabra que pronunciamos, cada gesto que realizamos, se convierte en un acto de alabanza y acción de gracias por la obra redentora de Cristo.
  • En tercer lugar, el Kerigma nos impulsa a la misión evangelizadora de la Iglesia. Como discípulos de Cristo, estamos llamados a compartir la alegría del Evangelio con el mundo, a llevar la luz de Cristo a todos los rincones de la tierra. En nuestras celebraciones litúrgicas, encontramos el vigor y la inspiración para salir al encuentro de aquellos que aún no han escuchado la Buena Nueva y para invitarlos a unirse a la comunidad de fe.

Debido a lo anterior, el Kerigma nos une en una comunión más profunda con Cristo y con nuestros hermanos y hermanas en la fe. A través de la proclamación del Evangelio, nos encontramos con el misterio de la presencia viva de Cristo en medio de nosotros, y nos unimos en una sola voz para glorificar su santo nombre.

La liturgia católica encuentra su significado más profundo en el Kerigma. Cada sacramento y cada acción litúrgica están imbuidos del mensaje de salvación proclamado en el Kerigma, lo que permite a los fieles experimentar la presencia viva de Cristo en sus vidas a través de los signos y símbolos litúrgicos.

¿Cómo explicarlo a los niños?

Es importante decirle a los niños que el Kerigma se trata de Jesús y su amor por cada uno de nosotros. Explícarles que Jesús vino al mundo para mostrarnos cómo amar a Dios y a los demás, y que nos ofrece la oportunidad de ser amigos suyos y vivir con Él para siempre.

Para compartirles a los niños qué es el Kerigma, te sugerimos:

  • Contarles historias bíblicas sencillas que ilustren los aspectos principales del Kerigma, como el nacimiento de Jesús, sus milagros, su muerte en la cruz y su resurrección.
  • Explícales que el Kerigma nos enseña que Dios nos perdona por nuestros errores y nos ama incondicionalmente.
  • Ayúdales a entender que, aunque a veces nos equivocamos, Dios siempre está dispuesto a perdonarnos y darnos una nueva oportunidad.
  • Anima a los niños a hablar con Jesús en oración y a compartir con él sus alegrías, preocupaciones y necesidades.
  • Enséñales que la oración es una forma de mantener una relación cercana con Jesús y de crecer en su amor.
  • Dales ejemplos de cómo aplica el Kerigma en su vida cotidiana, como cuando muestran amor y compasión hacia los demás siguiendo el ejemplo de Jesús, o que pueden pedir perdón cuando se equivocan y tratar de hacer las cosas bien.
Tannya Jaime

Lic. Ciencias de la Comunicación, egresada del Tec de Monterrey con una especialización en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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