La inexplicable licuefacción de la sangre del santo italiano San Genaro (o Jenaro), contenida en dos ampolletas que se custodian en la Catedral de Milán, ha llamado la atención durante siglos.
Leer: San Gregorio Magno, Papa y doctor de la Iglesia
Por ejemplo, Montesquieu presenció en 1728 dos veces este fenómeno, y su testimonio fue de gran relevancia ya que él fue una de las personas más distinguidas de la Ilustración. Y aunque intentó dar algunas explicaciones científicas, no pudo probar nada contrario a lo que sus ojos miraban. Por ello, a través de su obra literaria, hizo gran difusión de este fenómeno que ocurre tres veces al año:
Entre las personalidades que también han presenciado este fenómeno están el Lugarteniente de Napoleón José Bonaparte (1806), el rey Víctor Manuel I (1860), y el príncipe heredero Humberto con su prometida María José.
Estas ampolletas de cristal que resguardan la sangre de San Genaro son aplanadas y están selladas. La mayor contiene algunos fragmentos de una masa análoga, la sangre coagulada, y la licuefacción sólo ocurre en ésta. Desde 1659, el sacerdote celebrante levanta un acta de lo que ocurre cada vez que se exhibe esta reliquia de manera solemne.
En el siglo IX, tanto la cabeza de San Genaro como estas ampolletas se encontraban en una capilla conocida como Stefanía, pero Carlos II mandó construir la catedral de Milán a inicios del siglo XIV, y es posible que de esta época date el relicario que resguarda la sangre de San Genaro, aunque hay testimonios más antiguos sobre este portento. Por ejemplo, en 1569 quedó por escrito este fenómeno, pero se narra que, en 1528, durante una epidemia de peste y durante el cerco de Napoleón no se produjo el milagro ni en mayo ni en septiembre.
La historia refiere que después del martirio de San Genaro en el siglo IV, su sangre fue recogida en estos dos recipientes, pero que estas reliquias, junto con su cabeza, solo se expusieron a la veneración hasta 1305 por iniciativa de Carlos II de Anjou. La sangre se licuó por primera vez en 1389, o por lo menos, en esa fecha fue documentado.
En Milán es grande el amor que se tiene por San Genaro, quien encabeza la lista de unos 50 santos que han sido proclamados como protectores de la ciudad, frente a distintas necesidades que van desde las epidemias como la de 1497, o ante las amenazas de erupción del volcán Vesubio, especialmente en los años 1631, 1698, 1767, 1779.
San Genaro es representado en el arte sacro con la palma del martirio, las cápsulas con sangre, ornamenta episcopal, y es venerado por la Iglesia católica y ortodoxa.
Ciudades como Los Ángeles o Nueva York han empleado hip hop y rap para reducir…
El feminismo, una corriente filosófica y social que busca la igualdad de derechos y oportunidades…
“Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de…
El 29 de diciembre iniciaremos el Año Jubilar 2025 en las diócesis del mundo, con…
Lo que empezó en los años 20 del siglo pasado como una causa homicida, al…
‘¡Viva Cristo Rey!’ Hagamos nuestra esta frase, no como grito de guerra, sino como expresión…
Esta web usa cookies.