La política no tiene que ser un tema que genere discordia. Foto: Especial
El Papa Francisco afirma que la política es la forma más alta del amor, y el Pensamiento social cristiano nos invita a vivirla siempre buscando el bien común.
Es probable que durante una comida familiar o una reunión de amigos te hayas visto involucrado en una discusión “política” sobre partidos, candidatos o propuestas de gobierno. Y a veces sin saber cómo llegaron ahí.
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La política se suele entender como las leyes o la actividad de los políticos y sus partidos, en el mejor de los casos la relacionamos con los programas y leyes del gobierno, sin embargo no siempre reconoce todos los problemas públicos y muchas veces no tiene capacidad de respuesta para atenderlos todos; es ahí en donde entra el componente ciudadano de las políticas públicas.
Es a través del consenso social como se llega a reconocer un problema público. Si quieres saber más al respecto te recomendamos leer ¿Por qué el gobierno atiende unos problemas e ignora otros?
No puede haber políticas públicas sin participación ciudadana a través de fundaciones, proyectos y organizaciones sociales, quienes identifican los problemas comunes, como la desigualdad social, la pobreza, la necesidad de reconstrucción del tejido social, el acceso a la educación, la falta de oportunidades para los jóvenes, los derechos de los migrantes, la violencia contra las mujeres, entre muchos otros.
A la identificación de los problemas sociales se le llama agenda pública, ésta indica cuáles son los más urgentes y traza la ruta con los pasos a seguir para alcanzar su solución.
Muchas respuestas y acciones ante estos problemas sociales son encabezadas por la Iglesia quien, durante años y por vocación propia, ha trabajado y diseñado alternativas junto con la ciudadanía y el gobierno realizando acciones en común.
Cuando se entiende la política así se logra el nivel de compromiso y solidaridad como el que vemos en proyectos pastorales y sociales, por ejemplo la labor del Eje de Iglesias de la Brigada Nacional de búsqueda de personas desaparecidas que conjunta organizaciones, voluntarios, cristianos y cristianas, al Estado y sociedad civil, en apoyo solidario con los familiares que han perdido un ser querido.
La Iglesia es un espacio para encontrarnos, intercambiar ideas y formar redes de colaboración sin tener discusiones acaloradas sino dialogando sobre el bien común y la construcción de una sociedad más justa a la luz del evangelio.
Te invitamos a reflexionar ¿Es la política la forma más alta del amor?, ¿quieres hacer una agenda pública en tu parroquia?:
– Investiga cuáles son los problemas que más les afectan.
– Identifica las áreas de oportunidad para generar cambios.
– Define los puntos de encuentro para organizarse y las acciones a realizar.
Los problemas sociales nos afectan a todos y por eso cada uno puede ser parte del cambio. Las políticas públicas son un llamado a portar la Buena noticia de la dignidad de las personas, del bien común y del cuidado de la Casa común.
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*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.
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