¿Cómo debe actuar un sacerdote cuando alguien se sube al altar?

¿Qué debe de hacer un sacerdote si alguien se sube al altar mientras oficia misa?

¿Qué debe de hacer un sacerdote si una persona se sube al altar? esta pregunta surgió porque en las últimas horas se ha vuelto viral el video de un sacerdote bajando del altar a empujones a un hombre que había irrumpido en la Misa y tomado las hostias y el vino del caliz.

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¿Dónde ocurrió el incidente?

Los hechos ocurrieron en la iglesia de Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en el municipio de Navolato, Sinaloa.

Evidentemente, el presbítero perdió el control ante las repetidas faltas de respeto de aquel hombre. Pero, ¿cómo debe actuar un sacerdote cuando ocurre una situación similar?

Para responder a esta duda, entrevistamos al padre Salvador Barba, quien durante muchos años fue responsable de la Pastoral Litúrgica de la Arquidiócesis Primada de México.

Acciones a realizar por un sacerdote si un feligrés se sube al altar

1. “Lo primero que tenemos que hacer es conservar la calma”, aseguró el presbítero.

Esto, aseguró, permitirá al sacerdote que enfrenta un problema similar ubicar cuál es el problema, cuidar su integridad física y la de los fieles, y encontrar la mejor manera de enfrentar la situación.

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2. “Debemos ser inteligentes y astutos, entendiendo que, como sacerdotes, debemos huir de la violencia y no generarla. Si es un enfrentamiento sólo de palabras o se interrumpe la Misa, como vemos en el video, hay que buscar la manera de lograr que esa persona salga y deje de molestar. Decirle que si algo no le parece o tiene un tema que discutir, se puede hacer en otro momento”.

3. Si no hay posibilidad de diálogo, se podrían tomar otras medidas.

“Hay que guardar la distancia y si se trata de una persona con algún transtorno, que grita o amenaza, se interrumpe la Misa”.

El padre Barba explicó que, aunque la actitud del celebrante debe ser de prudencia y de caridad, “somos seres humanos y tenemos la sangre caliente”.

“Esa actitud (los empujones del sacerdote de Navolato) es reprobable, pero no sabemos qué tanto pasó que le hirvió la sangre (…) Pero seguramente será un momento de aprendizaje para él, pero también para todos los sacerdotes y para las comunidades, para que estemos preparados ante una circunstancia como esta”.

Por esto, es importante esperar todo el tiempo que sea necesario para que la situación se tranquilice. También llamó a la comunidad de fieles para que acompañen al sacerdote; sin confrontar ni agredir a nadie, hacerlo sentir acompañado.