Durante el Adviento la Iglesia católica realiza cambios litúrgicos y simbólicos que permiten preparar a los fieles para vivir la Navidad con fe y esperanza. Foto Desde la fe.
El Adviento es un tiempo de espera y preparación para la Navidad, que celebra el nacimiento del Señor Jesús, es una conmemoración de un hecho pasado, la llegada de Jesús, y también una preparación para la segunda venida de Jesucristo, aseguró monseñor Pedro Agustín Rivera Díaz, responsable de la Comisión de Liturgia y Espiritualidad de la Arquidiócesis Primada de México.
“Se considera un tiempo mariano, ya que María esperaba el nacimiento de su hijo, por lo que los fieles deben asumir el Adviento con interés, como un tiempo de espera alegre, viviendo con intensidad y en modo de oración los tiempos de posadas, encendiendo las coronas de Adviento en casa y preparando el nacimiento.
“El objetivo de este periodo, en el que nos preparamos para recibir la llegada del Hijo de Dios, es vivir la paz, la alegría, la armonía y el amor que trae el ‘príncipe de la paz’, compartiéndolo en familia y con los demás”, indicó Monseñor Rivera Díaz.
El responsable de Liturgia y Espiritualidad explicó en entrevista con Desde la fe cuáles son cambios litúrgicos y simbólicos que se observan durante la temporada de Adviento, con los que se prepara a los fieles para vivir la Navidad.
Subrayó que estos cambios parten del hecho de que la expectativa de estas fechas son de alegría, lo que nos lleva a disponer de todo lo necesario para que el encuentro con Jesús se realice lo mejor posibl, con lo que tenemos las dos características esenciales del Adviento: el gozo y la acción.
“Nos preparamos para recibir al Señor, no solo en la celebración y actualización de su Nacimiento, sino también en todos los modos en que Jesús viene a nosotros: en su manifestación definitiva, en la Litúrgia, en su Palabra y, en forma muy especial, en la Eucaristía”, destacó Monseñor Pedro Agustín.
Respecto a cómo se deben preparar los católicos para vivir estas fechas del Adviento, que en 2025 será del domingo 30 de noviembre al miércoles 24 de diciembre, Monseñor Pedro Agustín subrayó que se deben asumir con mucho interés y como un tiempo de espera y preparación, pleno de amor y de esperanza, por la llegada del Niño Jesús.
“El Adviento debemos asumirlo con mucho interés y como lo que es, un tiempo de espera, un tiempo de preparación, una espera alegre, y por lo mismo que tengamos en cuenta cuándo comienza para encender nuestras coronas de Adviento en casa, estar preparados para poner el Nacimiento, vivir con mucha intensidad y en un modo de oración, y recordemos los tiempos de las Posadas, que comienzan el 16 de diciembre”, puntualizó el responsable de Liturgia y Espiritualidad.
Monseñor Pedro Agustín Rivera Díaz subrayó que el Calendario Litúrgico es muy importante porque estructura la fe cristiana a lo largo del año a través de diversos tiempos fuertes.
“Estos periodos comienza con el Adviento, seguido por la Navidad, luego unas semanas de Tiempo Ordinario, la Cuaresma, la Pascua, más Tiempo Ordinario, y el ciclo litúrgico termina con la Fiesta de Cristo Rey”, detalló.
En este tenor, destacó cuáles son los principales significados que tiene el Período del Adviento:
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