Lecturas de la misa

Lecturas de la Misa y Evangelio del Domingo 23 de noviembre 2025

Lecturas y Evangelio del 23 de noviembre de 2025

  • Primera Lectura: Del segundo libro de Samuel: 5, 1-3
  • Salmo: Salmo 121
  • Segunda Lectura: De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 12-20
  • Evangelio del día: Del santo Evangelio según san Lucas: 23, 35-43
  • Comentario al Evangelio

Primera lectura

Del segundo libro de Samuel: 5, 1-3

En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David, de la tribu de Judá, y le dijeron: “Somos de tu misma sangre. Ya desde antes, aunque Saúl reinaba sobre nosotros, tú eras el que conducía a Israel, pues ya el Señor te había dicho: ‘Tú serás el pastor de Israel, mi pueblo; tú serás su guía’”.

Así pues, los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver a David, rey de Judá. David hizo con ellos un pacto en presencia del Señor y ellos lo ungieron como rey de todas las tribus de Israel.

Palabra de Dios.

Salmo

/R/ Vayamos con alegría al encuentro del Señor.

¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: 
“Vayamos a la casa del Señor”! 
Y hoy estamos aquí, Jerusalén, 
jubilosos, delante de tus puertas. /R/ 

A ti, Jerusalén, suben las tribus, 
las tribus del Señor, 
según lo que a Israel se le ha ordenado, 
para alabar el nombre del Señor. /R/ 

Por el amor que tengo a mis hermanos, 
voy a decir: “La paz sea contigo”. 
Y por la casa del Señor, mi Dios, 
pediré para ti todos los bienes. /R/ 

Segunda lectura

De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 12-20

Hermanos: Demos gracias a Dios Padre, el cual nos ha hecho capaces de participar en la herencia de su pueblo santo, en el reino de la luz.

Él nos ha liberado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al Reino de su Hijo amado, por cuya sangre recibimos la redención, esto es, el perdón de los pecados.

Cristo es la imagen de Dios invisible, el primogénito de toda la creación, porque en él tienen su fundamento todas las cosas creadas, del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, sin excluir a los tronos y dominaciones, a los principados y potestades. Todo fue creado por medio de él y para él.

Él existe antes que todas las cosas, y todas tienen su consistencia en él. Él es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que sea el primero en todo.

Porque Dios quiso que en Cristo habitara toda plenitud y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz por medio de su sangre, derramada en la cruz.

Palabra de Dios.

Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas: 23, 35-43

Cuando Jesús estaba ya crucificado, las autoridades le hacían muecas, diciendo: “A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el elegido”.

También los soldados se burlaban de Jesús, y acercándose a él, le ofrecían vinagre y le decían: “Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”. Había, en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía: “Éste es el rey de los judíos”.

Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús, diciéndole: “Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros”. Pero el otro le reclamaba, indignado: “¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente recibimos el pago de lo que hicimos. Pero éste ningún mal ha hecho”. Y le decía a Jesús: “Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí”. Jesús le respondió: “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”.

Palabra del Señor.

Comentario al Evangelio

Solemnidad de Jesucristo rey

El reino de Cristo no tiene nada que ver con los encajes, las telas finas, los palacios y las ceremonias aterciopeladas que se transmiten por la televisión. De acuerdo con la lectura del evangelio de hoy, solemnidad de Jesucristo rey del universo, el reino de Cristo tiene que ver con la misión que cumplió el Señor de dar la vida por todos aquellos que habrían de salvarse como lo vemos en el breve diálogo entre Jesús y el buen ladrón que estaba crucificado junto a Cristo.

Las autoridades judías y los romanos reclamaban de Jesús la manifestación de un poder que le procurara la salvación a sí mismo, igualmente lo hacía uno de los ladrones que le decía “si eres el Mesías bájate a ti mismo y a nosotros”. Jesús nunca quiso prestar oídos a semejantes palabras. Jesús, en cambio, sí escuchó y respondió a la súplica del buen ladrón: “Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu reino”.

Recordar, tener presente y hacer todo lo que esté a su alcance para otorgar la vida eterna, eso sí es el asunto de Jesucristo en la cruz y como rey del universo. Las ceremonias de los reyes de este mundo pretenden hacérnoslos ver como aquellos que siempre están más allá de lo común y corriente. En cambio, el escenario de la crucifixión elegido por Jesucristo lo sitúa en el fondo de la escala social y, desde allí, levanta a todo el que quiera aceptar su señorío. “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Son las mejores palabras que podríamos escuchar de parte de nuestro Rey.

Mons. Salvador Martínez

Entradas recientes

Los disfraces del Rey

Jesús es ese Rey, al que Sus adversarios no reconocieron, pero sí el ladrón que…

15 minutos hace

Tú y yo en Cristo Rey

En Cristo tenemos la libertad encausada al bien y la paz en el orden, no…

24 minutos hace

¿Cuál es la relación entre el “Rey de los judíos” escrito en la Cruz y “Rey del Universo”?

El primero fue la causa de la condena del Señor. El segundo es el reconocimiento…

37 minutos hace

Papa León XIV: Verdad, justicia y misericordia deben guiar los procesos de nulidad matrimonial

El Papa León XIV: los procesos de nulidad son un servicio pastoral que une verdad,…

4 horas hace

“Viva Cristo Rey” y la señal de la cruz de la Miss Universo mexicana que dio la vuelta al mundo

Tras ser coronada Miss Universo, Fátima Bosch hizo visible su fe con un gesto inesperado:…

7 horas hace

Melodía para la paz

Donde hay música, disminuye la tentación del aislamiento y la violencia encuentra menos territorio fértil…

19 horas hace