“La vida sólo tiene valor al donarla en el amor, en la verdad; al donarla a los demás, en la vida cotidiana, en la familia”, aseguró el Papa Francisco durante su homilía de este viernes 8 de febrero, en la celebración de la Misa en casa Santa Marta.
El Pontífice hizo referencia al pasaje del Evangelio de Marcos propuesto por la liturgia del día y dedicado al martirio por decapitación de San Juan Bautista.
“La vida de los mártires no es fácil de contar. El martirio es un servicio, un misterio, un don de la vida muy especial y muy grande. Al final las cosas concluyen violentamente a causa de actitudes humanas que llevan a quitarle la vida a un cristiano, a una persona honrada, y a hacerla mártir”, aseguró.
Pidió reflexionar acerca de las actitudes de los personajes que intervinieron en la decapitación de Juan: Herodes: el rey corrupto, Herodías: la señora que sólo sabía odiar, y Salomé, la muchacha vanidosa que no tiene consciencia de nada.
“Por otro lado está Juan, el profeta decapitado, solo en su celda, en el anonimato, “como tantos mártires nuestros”, comentó el Papa Francisco. Asimismo, pidió ver a estos personajes con el corazón abierto para que el Señor pueda hablarnos sobre esto, concluyó.
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