Este miércoles 24 de noviembre, durante su Audiencia General, el Papa Francisco continuó con su ciclo de catequesis sobre la figura de san José, haciendo un llamado a la comunidad a imitar la figura del padre adoptivo de Jesús, “un hombre que pasa inobservado, de presencia discreta e inadvertida, pero que actúa como un intercesor, apoyo y guía en los momentos de dificultad.
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Francisco explicó que Jesús en los Evangelios es señalado como “hijo de José” (Lc 3,23) e “hijo del carpintero” (Mt 13,55), y tanto Mateo como Lucas nos muestran el rol de José al narrar la infancia de Jesús, presentándolo no como padre biológico, pero sí como padre de Jesús en toda regla.
El evangelista Mateo -puntualizó el Santa Padre- nos ayuda a comprender que la figura de san José, aunque aparentemente marginal, discreta y en segunda línea, representa en realidad una pieza fundamental en la historia de la salvación: José vive su protagonismo sin querer nunca adueñarse de la escena.
“San José nos recuerda -añadió el Papa Francisco- que todos aquellos que están aparentemente escondidos o en “segunda línea” tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. El mundo necesita a estos hombres y a estas mujeres”.
En cuanto al relato evangélico de Lucas, el Pontífice señaló que José aparece como el custodio de Jesús y de la Virgen María. “Y por esto él es también el Custodio de la Iglesia, porque la Iglesia es la extensión del Cuerpo de Cristo en la historia, y al mismo tiempo en la maternidad de la Iglesia se manifiesta la maternidad de María”.
De igual manera, señaló que la figura de san José representa un indicio sólido de lo que deben ser los vínculos humanos, sobre todo en una sociedad como la nuestras, a la que incluso se le ha colocado la etiqueta de “líquida”.
“El Evangelio -explicó-, nos cuenta la genealogía de Jesús para recordarnos que la vida está hecha de vínculos que nos preceden y nos acompañan: el Hijo de Dios, para venir al mundo ha elegido la vía de los vínculos”.
Finalmente, el Papa Francisco compartió con todos los fieles una oración a san José para que los ayude, “y nos ayude a todos nosotras”, a encontrar en él un aliado, un amigo y un apoyo.
San José,
tú que has custodiado el vínculo con María y con Jesús,
ayúdanos a cuidar las relaciones en nuestra vida.
Que nadie experimente ese sentido de abandono
que viene de la soledad.
Que cada uno se reconcilie con la propia historia,
con quien le ha precedido,
y reconozca también en los errores cometidos
una forma a través de la cual la Providencia se ha hecho camino,
y el mal no ha tenido la última palabra.
Muéstrate amigo con quien tiene mayor dificultad,
y como apoyaste a María y Jesús en los momentos difíciles,
apóyanos también a nosotros en nuestro camino.
Amén.
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