En el marco de la Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia para la Vida, el Papa Francisco alertó sobre el “hechizo peligroso” de la inteligencia artificial, si a las máquinas se les atribuyen capacidades que son propiamente humanas.
“Los automatismos funcionales siguen estando cualitativamente distantes de las prerrogativas humanas del saber y del actuar. Y por lo tanto pueden llegar a ser socialmente peligrosos”.
En su discurso durante una reunión con los participantes de este evento, el Sumo Pontífice aseguró que los avances tecnológicos deben estar al servicio de la humanidad.
“El desarrollo tecnológico nos ha permitido resolver problemas que eran insuperables hasta hace unos años, y estamos agradecidos a los investigadores que han conseguido estos resultados”.
No obstante, agregó, “en lugar de entregar a la vida humana las herramientas que mejoran su cuidado, existe el riesgo de dar vida a la lógica de los dispositivos que deciden su valor”.
El Papa Francisco lamentó que, pese a los grandes avances tecnológicos, la desigualdad y los conflictos han aumentado, en lugar de disminuir, y “han surgido dificultades y amenazas, a veces más insidiosas que las anteriores”.
Insistió en la importancia de utilizar todos los avances tecnológicos para beneficio de todos y para la protección de la Tierra, la “casa común”.
“Las máquinas, de hecho, se propagan en nuestro mundo y transforman radicalmente el escenario de nuestra existencia. Si conseguimos tener en cuenta estas referencias, también en los hechos, el extraordinario potencial de los nuevos descubrimientos puede irradiar sus beneficios a cada persona y a toda la humanidad”.
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