Del 1 al 4 de noviembre, la reliquia estará en la Arquidiócesis de Tulancingo Hidalgo. Foto: DLF
La reliquia de primer grado de San Judas Tadeo se encuentra en su etapa final en México: el fragmento del hueso del “santo de las causas difíciles” regresará a Roma en diciembre, tras una gira que ha permitido que millones de fieles lo veneren en todo el país.
Proveniente del Vaticano, donde se resguarda en la Basílica de San Salvatore in Lauro, esta reliquia llegó a México el año pasado. Desde entonces, ha recorrido 24 diócesis y ha sido venerada por cerca de cinco millones de personas.
Cabe señalar que las reliquias son restos físicos u objetos relacionados con los santos y beatos. Su veneración no se dirige al objeto en sí, sino a la fe y al ejemplo de quienes consagraron su vida a Dios.
“Cuando llegó a nuestro país, fuimos la segunda comunidad en recibirla, después de su paso por la Catedral y por San Hipólito. Desde entonces hemos visto cómo crece la fe y la gratitud de la gente”, compartió el padre Tharcisse Rukundo, párroco de San Judas Tadeo en Cuemanco, una de las sedes de esta última etapa.
El sacerdote explicó que la reliquia permanecerá en su parroquia del 15 al 18 de noviembre, antes de continuar su recorrido por otras zonas de la Arquidiócesis de México y concluir con una misa de despedida en la Catedral Metropolitana el 10 de diciembre, previo a su regreso a Roma.
El párroco destacó que, en su templo, el paso de la reliquia ha sido un momento de profunda renovación espiritual. “Muchos fieles no solo vienen a encender una vela o a pedir favores, sino que aprovechan para confesarse, reconciliarse con Dios y fortalecer su fe. De hecho, hemos ampliado los horarios de confesión y las celebraciones para acompañar este movimiento de conversión”, comentó.
Sobre la dimensión espiritual de este acontecimiento, el sacerdote detalló que la visita de una reliquia apostólica “favorece la comunión entre la Iglesia universal y la Iglesia local. Las reliquias de los apóstoles nos recuerdan que todas las comunidades forman parte de una misma Iglesia, Santa, Católica y Apostólica, por ello, sentir la presencia de un apóstol fortalece nuestra fe y nos hace conscientes de que somos hermanos en Cristo”, dijo.
Finalmente, el padre Tharcisse subrayó que la devoción a San Judas debe vivirse de manera auténticamente cristiana. Añadió que “no se trata solo de una devoción de moda. La verdadera devoción se traduce en fraternidad, en ayuda al prójimo y en una vida coherente con el Evangelio”.
Del 1 al 4 de noviembre, la reliquia estará en la Arquidiócesis de Tulancingo Hidalgo, primero en la Parroquia de San Agustín de Hipona, en Tlaxiaca, y posteriormente en la Parroquia San Nicolás de Tolentino, en Actopan.
Posteriormente, regresará a la Arquidiócesis Primada de México para recorrer varias parroquias. Este es el calendario
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