Leonardo García Camarena
Me vienen a la mente las palabras de León Trotsky: “Tal vez no te interesa la guerra, pero tú le interesas a ella”. Cuando hablamos de inseguridad nadie quiere saber de ella, ni siquiera los padres de familia, hasta que ésta nos afecta directamente, un problema que va en aumento, no sólo en la Ciudad de México, sino, desafortunadamente, en toda la República.
El triste desenlace del caso de Norberto Ronquillo, estudiante de la Universidad del Pedregal y las valientes, generosas, amorosas, esperanzadoras palabras de su madre, Norelia Hernández, quien pidió que cada quien haga lo suyo para evitar otro caso, deben dejarnos una lección para trabajar de manera firme y ordenada contra la delincuencia.
Tan sólo en este año, el delito del secuestro en México se incrementó 36.5 por ciento en los primeros cinco meses de 2019, respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de la asociación Alto al Secuestro.
Estas cifras vergonzosas deben hacernos reaccionar, ir a fondo del problema y reconocer que la solución está en los cimientos, la solución está en la familia, ese primer núcleo social fundamental del que depende el futuro social.
Qué razón tienen los pensadores que afirman que en la medida que se destruye a la familia, se destruye también a la sociedad. La familia es insustituible para la pedagogía social, nos enseña el padre Miguel Ángel Fuentes en su artículo Misión y retos de la familia en nuestro tiempo, “ella enseña a una persona a ser buen ciudadano, porque: al respetar a sus padres y hermanos, un niño aprende a respetar a su patria; al aprender a proteger a sus hijos y a su esposa, un hombre aprende a sacrificarse por su tierra”.
El papel de la familia es fundamental en la reconstrucción social; primero, asumiendo su insustituible labor educativa y de formación en valores, y luego exigiendo leyes que beneficien a este primer núcleo.
Nadie puede permanecer indiferente, es momento de que ciudadanía y gobierno trabajemos de la mano para conseguir la paz social que tanto clama nuestra nación.
Volvamos a construir sociedad, preocupémonos por nuestros vecinos, ayudemos al que tiene problemas, defendamos al agredido, denunciemos al corrupto, señalemos al infractor, seamos solidarios con nuestros semejantes, dejemos el individualismo para volver a ser sociedad.
*Leonardo García Camarena es presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia.
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