Entre los trabajos de restauración que ha recibido la Catedral de México en los meses previos a esta temporada de lluvias 2021 está la renovación de su sistema de pararrayos, instalado tanto para la seguridad de los fieles como para el mantenimiento de la propia estructura, toda vez que la energía de un rayo puede ocasionar desprendimientos en la piedra, y ello representaría un riesgo para quienes asisten.
Como ejemplo de los daños que podían ocurrir de no cambiarse el sistema, que ya resultaba deficiente, en 2018 un rayo derribó la cruz que destacaba en la torre del campanario oriente, misma que cayó sobre la bóveda del Sagrario Metropolitano y la rompió. Nadie resultó dañado.
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Sobre el nuevo sistema de pararrayos, Ligia Roldán, administradora de “Catedral Buena Noticia, Caridad, Educación y Cultura” -asociación a cargo de las trabajos de restauración-, señala que aunque ya está funcionando, aún faltan detalles por implementar.
Explica que se trata de un pararrayos con 103 puntas captadoras de energía, que protegen toda el área del recinto a manera de un paraguas. “Imaginemos que es una sombrilla con 103 varillitas. Si el rayo cae en alguna, la energía se distribuye por todas las demás; estas la van bajando y la hacen desembocar en la zona del jardín, sin riesgo de desprendimientos en la piedra”.
Este sofisticado sistema -señala-, implementado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a través de la empresa Prosisa, cuenta con cuatro contadores -tres en la Catedral de México y uno en el Sagrario Metropolitano-, cuyo fin es llevar el conteo de descargas, ya que el sistema sólo puede resistir 99, tras lo cual deberá renovarse.
En entrevista, Ligia Roldán agradeció a la CFE por la modernización del sistema eléctrico del recinto, como parte del Programa de Preservación del Patrimonio Cultural de Catedral de México y el Sagrario Metropolitano.
“La CFE ha logrado que hoy el recinto histórico cuente con un sistema eléctrico seguro y funcional, mediante la sustitución o remodelación de transformadores, tableros, fusibles, cables, plantas de emergencia y más”.
Gracias a esto-refiere Ligia Roldán-, hoy la Catedral de México cuenta con cables del calibre que exige la Norma Oficial Mexicana de Instalaciones Eléctricas, misma que se consideró también en todas las maniobras eléctricas que se llevaron a cabo.
El Programa de Preservación del Patrimonio Cultural de Catedral de México y el Sagrario Metropolitano contempla tres grandes proyectos: el primero es el de mantenimiento de los pilotes de control; el segundo, la erradicación de flora parásita, sellado de grietas y calafateo, y el tercero es la modernización del sistema eléctrico y la colocación de pararrayos.
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