¡Un país entero en oración por la paz! En esto se convirtió México este día en que dio inicio la Jornada de Oración por la Paz, misma que se prolongará hasta el último día de julio por iniciativa de la Conferencia del Episcopado Mexicano, y en la que toda Iglesia estará elevando oraciones para que el Señor ayude y consuele a todas las víctimas de la violencia en nuestro territorio.
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Entre las intenciones de oración de las Misas de este 10 de junio, se pidió a Dios por una apertura al diálogo entre autoridades civiles, organizaciones ciudadanas e instituciones educativas, para poder trazar, en conjunto, un efectivo proceso de paz. Asimismo, se pidió por los gobernantes, las familias, los niños, los jóvenes, los adolescentes y por la sociedad en general.
En el marco de la Jornada de Oración por la Paz, Mons. Andrés Luis García Jasso presidió la Santa Misa en la Basílica de Guadalupe. En su homilía, el Obispo Auxiliar de México pidió a la comunidad no acostumbrarse a la violencia, a escenarios de muerte, sino indignarse frente a la tragedia y seguir orando “por nuestras familias, por nuestra nación y por el mundo entero”.
Al presidir la Santa Misa en la Catedral Metropolitana de México, Mons. Héctor Mario Pérez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México, señaló que para alcanzar la paz en el país, lo primero que debemos hacer todos es “asumir nuestra propia responsabilidad, como ciudadanos, como Iglesia, puesto que todos formamos parte de esta sociedad que necesita ser sanada”.
En el monumento “La Estela de luz” sacerdotes de la Compañía de Jesús se unieron a la Jornada de Oración por la Paz mediante un acto ecuménico en silencio, en el que los participantes encendieron velas en honor las víctimas de la violencia. Asimismo, condenaron el asesinato de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, al interior del Santuario Comunitario de Cerocahui, Chihuahua.
Tras dicho acto ecuménico, los los sacerdotes de la Compañía de Jesús celebraron una Santa Misa en la Parroquia de la Sagrada Familia (Colonia Roma).
Como parte de las actividades de la Jornada de Oración por la paz, en la Parroquia de San Pedro Mártir (Tlalpan) se encendieron velas en señal de fe y esperanza en un futuro sin violencia. Asimismo, se colocó en el recinto un ornamento rojo como símbolo de los mártires fallecidos a causa de la violencia.
En puebla, los más de 370 sacerdotes y los fieles de las 297 parroquias y cuasi parroquias se unieron a su Arzobispo, Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, para celebrar la Jornada de Oración por la Paz. Al presidir la Santa Misa en la Basílica-Catedral angelopolitana, el Arzobispo de Puebla pidió a Dios por el fin de la violencia, y para que regrese la paz a los corazones de las personas.
En el marco de la Jornada de Oración por la Paz, el Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez (Chiapas), Mons. Fabio Martínez Castilla, y cientos de feligreses reunidos en la Catedral de San Marcos, elevaron este día una oración por los sacerdotes, por la ciudadanía y también por quienes provocan la violencia.
“Hoy México necesita de nuestra oración -señaló Mons. Fabio Martínez-, pero también nuestro compromiso en la tarea de saber relacionarnos al estilo de Jesús, porque pedir la paz y construir la paz, exige de nosotros actitudes de paz”.
En la Diócesis de Colima, el padre Javier Armando Espinosa, Vicario General de esta entidad pastoral, señaló que todos los mexicanos somos corresponsables de la situación que hoy vive el país, y aseguró que los problemas de México, como la violencia, no los puede solucionar una sola persona.
En el marco de esta Jornada de Oración por la paz, el Obispo de Campeche, Mons. José Francisco González hizo un llamado a unificar la fuerza de la oración para pedir a Dios por la paz. Señaló que hoy muchas personas han tomado el hecho de cometer homicidios como una práctica común, por lo que la oración debe ser una acción permanente para cambiar los corazones de quienes hacen el mal.
En el marco de la Jornada de Oración por la Paz, Mons. Oscar Efraín Tamez Villarreal, Obispo de la Diócesis de Ciudad Victoria (Tamaulipas), señaló que su comunidad permanecerá en oración por los sacerdotes, religiosas y religiosos “que han alcanzado la corona del reino de Dios con su sangre derramada por el Evangelio”.
“También hemos orado por los desaparecidos -dijo-, para que el Señor sea su fuerza y regresen pronto a tantos hogares donde los esperamos con los brazos abiertos, y ante todo con el corazón lleno de esperanza.
Asimismo, el Obispo de la Diócesis de Ciudad Victoria pidió por quienes provocan violencia y buscan dividir a la sociedad, a las familias y a la Iglesia, para que el Señor les dé el don de la conversión.
Con información de Grupo Milenio
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