Monseñor Carlos Garfias Merlos, vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) presentó el proyecto “Prevención y Atención de Personas Víctimas de la Violencia”, en el marco de la proyección del documental “Tragedia y Crisol del Sacerdocio en México”, en la Cámara de Diputados.
El proyecto, dijo el Arzobispo de Morelia, tiene como objetivo la promoción y defensa de los derechos humanos en el que se plantean tres líneas de acción. “La primera es la atención y el acompañamiento a las víctimas de la violencia, en la que se fortalecerá el área psicosocial, jurídica y espiritual”.
La segunda, dijo, será en cuanto a la capacitación, prevención y dignificación de la persona; se impartirá la formación en temas de sanación espiritual, salud emocional y el fortalecimiento de la familia.
La tercera acción de la CEM se enfocará a la vinculación e impacto social, en el que se buscarán alianzas con sectores de la sociedad para impulsar acciones de paz.
En la presentación, Monseñor Garfias destacó que el número de asesinatos dolosos en nuestro país, que llegó a 2.575 solo en diciembre de 2017 y que Colima, Guerrero, Guanajuato y Michoacán son algunos de los estados más violentos.
“Y, por si fuera poco, no se cuentan con importantes cifras negras, ya que muchos delitos no se denuncian; considerándose como razón principal la pérdida de tiempo, la desconfianza y la corrupción”, señaló el vicepresidente de la CEM.
También indicó que “están presentes con la intención de renovar y mantener un diálogo provechoso, abierto y transparente con las instituciones. También, estoy convencido de que un Estado capaz de apreciar las raíces religiosas, sabiendo aprovechar su riqueza y potencialidad, también puede ser fácilmente inmune a tanta violencia, porque es precisamente este olvido de Dios lo que engendra la violencia“.
En entrevista a Desde la fe, Monseñor Garfias indicó que “estamos a tiempo de hacer un proyecto en conjunto -Iglesia, sociedad y Estado- y concretarlo”; aseguró que lo más importante es un diálogo puntual, después la creación de propuestas en conjunto para, al final, definir la forma de colaboración.
“Pareciera que hemos ido con ciertos tropezones, pero este tipo de experiencias y aperturas nos ayudan a hacer brecha. El hecho de estar en la Cámara de Diputados es esperanzador, pues vislumbra más acción y la definición de algunos trabajos”, explicó.
El Arzobispo de Morelia mencionó que desde hace algunos años, la CEM emitió protocolos de seguridad, específicos para cada estado, con el propósito de salvaguardar la integridad de los ministros del culto, los cuales han tenido resultados positivos.
“Además, en Michoacán iniciamos con los Centros de Escucha a Víctimas de la Violencia y este modelo se ha podido replicar en los estados más violentos de la República”, detalló en entrevista.
Por su parte, el Secretario General de la CEM, Alfonso Miranda Guardiola, dijo que “estos compromisos pastorales ya operan en las 95 diócesis del país, bajo el compromiso de potenciar, diversificar y hacer crecer la obra social de la Iglesia que promueve y defiende la dignidad humana en sus más de 2466 centros en el país”.
Advirtió que no es una tarea fácil ni instantánea, pues requiere motivación constante, liderazgo, seguimiento y sinergia con las diferentes Instituciones; “pues son muchos quienes desde otras trincheras trabajan por la persona, su dignidad y sus derechos”.
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