La Arquidiócesis de México celebró el Jubileo de Laicos, destacando su papel clave en la defensa de la dignidad humana y la libertad religiosa.
La Arquidiócesis Primada de México celebró el Encuentro del Jubileo de Laicos en el Mundo, con la participación de distintos movimientos y agrupaciones pertenecientes a la Vicaría de Laicos en el Mundo.
Su misión común: llevar el mensaje del Evangelio más allá de los templos, hacia las periferias, haciendo presencia en los ambientes donde más se necesita de Dios.
Durante su intervención, Mons. Francisco Javier Acero, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, recordó que la Iglesia está llamada a salir y acompañar:
“Debemos estar cercanos a nuestro pueblo, nuestro pueblo que hoy sufre. La Vicaría de Laicos en el Mundo debe ser una vicaría que permee en la sociedad, que salga y acompañe. No podemos quedarnos dentro de los templos, porque nuestro pueblo necesita nuestra presencia”.
Te recomendamos: La familia como raíz de la esperanza
Por su parte, Mons. Ángel Luis Lorente Gutiérrez, Vicario de Laicos en el Mundo, destacó que la promoción y defensa de la dignidad humana muestra el rostro de una Iglesia verdaderamente misionera, en la que los laicos desempeñan un papel decisivo:
“Los sacerdotes acompañan, pero los laicos son la fuerza de la Iglesia”.
Al abrir el encuentro, Mons. Acero se refirió a la situación social y religiosa que enfrenta México, recordando los informes de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN):
“Desgraciadamente, México ha pasado del color blanco al color naranja; es decir, somos ya un país en persecución religiosa. Hay ministros de culto censurados en ciertos lugares. Aunque la Constitución garantiza la libertad de expresión y la libertad religiosa, en la práctica no siempre podemos acceder a hospitales, a la Guardia Nacional o a los reclusorios para ofrecer acompañamiento espiritual”.
Durante su ponencia “La identidad del laico en la Arquidiócesis Primada de México”, el Dr. David Calderón Martín del Campo abordó los desafíos que enfrentan los laicos para que su papel sea plenamente reconocido dentro de la vida eclesial y social. Señaló que, a menudo, su participación se limita al ámbito interno de las comunidades, cuando en realidad su presencia y testimonio pueden contribuir de manera significativa a la transformación cultural y al diálogo con el mundo.
En este contexto, subrayó la necesidad de que los laicos impulsen espacios de acompañamiento espiritual y defiendan el derecho de toda persona a vivir su fe con libertad: “La libertad de creencias nos pertenece a todos”.
Mons. Acero subrayó la presencia activa de los laicos en distintos ámbitos: desde la labor asistencial de Cáritas, la comunicación y los medios, hasta el acompañamiento a víctimas de la violencia y desastres naturales, más allá del asistencialismo.
“Debemos promover, defender y acoger la dignidad humana, porque es un derecho fundamental. Tenemos que salir al encuentro de los alejados. Nuestra misión es tender puentes, derribar muros y sembrar reconciliación”.
En ese mismo sentido, Javier Rodríguez Labastida, Director de Comunicaciones de la Arquidiócesis Primada de México, destacó el papel evangelizador de la comunicación:
“Aquello que escuchamos aquí, si no lo compartimos, no lo estamos testimoniando bien. Hay que dejar atrás la resistencia a comunicar y usar el lenguaje de los otros, especialmente frente a la ola de medios que se consumen a diario. Comunicar es participar en la misión de Cristo”, dijo.
Te recomendamos: Hábitos para ser un buen misionero con ayuda de los santos
El Encuentro del Jubileo de Laicos en el Mundo contó con dos paneles en los que participaron agentes que viven realidades sociales diversas.
Una de agentes fue doña María Herrera, madre que busca a sus cuatro hijos desaparecidos desde hace 17 años y fundadora del colectivo Familiares en Búsqueda. Conmovió al auditorio al hablar del dolor que la ha impulsado a mantenerse firme en la esperanza:
“Me he aferrado a la parábola del Buen Pastor. El buen pastor sale a buscar a sus ovejas. Muchos se quedan paralizados por el miedo. Yo los invito a abandonar ese miedo. No buscamos culpables, buscamos a nuestros hijos”.
Por otro lado, participó Fabiola Zamorano, directora del Centro Especializado para Mujeres Adolescentes, quien relató cómo la presencia pastoral transformó un espacio donde, por años, no había habido contacto con la Iglesia:
“Durante más de dos años no había llegado ninguna religión ni asociación religiosa. La presencia de la APM marcó un precedente: se construyó una capilla que, además de ser espacio religioso, es también lugar de formación, donde las mujeres son tratadas con respeto y cariño”.
Asimismo, desde la Pastoral Indígena, Abad Cruz del Ángel compartió su labor de más de 25 años acompañando a comunidades originarias que migran a la Ciudad de México en busca de mejores condiciones de vida:
“La pastoral es para acompañar y derribar los obstáculos que impiden que los pueblos indígenas vivan con dignidad”.
Los paneles también contaron con la participación de agentes de pastoral y figuras de los ámbitos político y empresarial, quienes coincidieron en la necesidad de que los laicos sigan siendo presencia activa del Evangelio en la sociedad.
También participaron personalidades del ámbito político y social:
“A través de la política, Dios nos da la oportunidad de hacer mucho bien. Somos nosotros los que elegimos hacerlo”.
El Encuentro del Jubileo de Laicos en el Mundo destacó la importancia de la participación de los fieles en la vida de la Iglesia más allá de los templos, en los distintos espacios donde las personas enfrentan desafíos y buscan esperanza. A través de testimonios, reflexiones y propuestas, se subrayó el papel de los laicos en la transformación de los ámbitos sociales, políticos y culturales desde su fe.
Durante el encuentro, Monseñor Francisco Javier Acero señaló la necesidad de contar con personas que fomenten el diálogo, promuevan la dignidad humana, defiendan la libertad religiosa y contribuyan a la reconciliación en contextos de conflicto.
El Jubileo de Laicos concluyó con un llamado a fortalecer el compromiso evangelizador, para que cada bautizado participe activamente en la construcción de una sociedad inspirada en los valores del Evangelio.
Monseñor Marco Frisina, liturgista del Papa, comparte cómo la música, la fe y la ternura…
¿En qué cosas confiamos “para ganar estatus” hoy y a qué estás llamada/o a restar…
En muchas parroquias, escuelas y hogares se organizan celebraciones el 31 de octubre, poniendo el…
El Papa planteó a los jesuitas cinco fronteras en las que, la Iglesia necesita que…
En la familia y en la comunidad, hay una gran oportunidad de construir espacios escolares,…
Hubo quienes afirmaron que Jesús solo fue un buen hombre y no más, que Dios…