En el Templo Expiatorio a Cristo Rey, mejor conocida como la antigua Basílica de Guadalupe, se llevan a cabo todos los días Ritos de Penitencia y la absolución general, de acuerdo con el padre Juan Castillo Hernández, Capellán del recinto.
“Al inicio de la pandemia nos dieron oportunidad de mantener abierto el templo, pues es un lugar dedicado a la adoración al Santísimo Sacramento. Realizábamos cuatro ritos penitenciales al día, pero debido a las circunstancias sanitarias, estas bajaron a sólo tres”, comenta a Desde la fe.
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Asegura que al final de la ceremonia se da la absolución general, para lo cual, el rector del templo, Monseñor Salvador Martínez, pidió permiso al Arzobispo Primado, Monseñor Cardenal Carlos Aguiar para llevarlo a cabo con un aforo de máximo 25 personas, de acuerdo con las medidas sanitarias de la CEM y la Secretaría de Salud.
De acuerdo con el padre Castillo, es un rito litúrgico muy breve que inicia con la celebración de la palabra, posteriormente se realiza una petición de perdón, continúa con la oración para el acto de contrición, se lee la palabra de Dios y se explica a los asistentes en qué consiste la absolución general, de acuerdo con los cánones litúrgicos.
“Después, y para quien desee, se realiza un acto de conciencia público, se les da la absolución y los invitamos a recibir la Sagrada Comunión”.
Cabe señalar que un rito penitencial es una una celebración oficial de la Iglesia, cuyo objetivo es pedir perdón al Señor, reconocer Su infinito amor y, algunas veces, este rito va encaminado a la confesión sacramental individual.
“Sin embargo, hay que dejar en claro a la gente que la absolución general se debe hacer en caso de pecado mortal y no de manera frecuente, previendo que esta no suple el Sacramento de la Confesión. Al obtener esta absolución, se comprometen a que cuando las medidas sanitarias lo permitan, van a acudir a confesarse”, señala el capellán de la antigua Basílica de Guadalupe.
La absolución general, o el perdón de los pecados de la comunidad, se da cuando el número de fieles es muy grande, o bien, se viven tiempos de emergencia sanitaria, como en la actualidad. Esta es una forma “abreviada” del sacramento de la penitencia, siendo una buena alternativa para la gente que no puede acudir a la confesión y quiere limpiar sus pecados.
“Los sacerdotes asistimos a esta celebración con las medidas sanitarias correspondientes: cubrebocas y mascarilla. Y la comunión se les da en la mano a los fieles”, explica el sacerdote.
“Todos nos debemos de poner en las manos de Dios, pues es un Padre misericordioso que nos ama y siempre está dispuesto a perdonarnos, a pesar de que ahora no tenemos la oportunidad de expresar nuestros pecados con un sacerdote, pero hay otros medios con los cuales Dios nos perdona”.
Los ritos penitenciales se celebran todos los días, a las 9:30, 12:00 y 16:00 horas, en el Templo Expiatorio a Cristo Rey, con un aforo máximo de 25 personas, quienes obligatoriamente deberán portar cubrebocas, y pasar por un filtro de seguridad sanitaria, donde se les tomará la temperatura, limpiarán sus manos con gel antibacterial y respetarán la sana distancia para evitar contagios.
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