Le llueven las críticas al Santos por utilizar al Cristo de las Noas para presentar su jersey

El responsable de la Comunicación en la Diócesis de Torreón considera que hubo falta de sensibilidad por parte del equipo.

Igual que lo han hecho en otros países al iluminar espacios significativos con colores representativos de algún equipo deportivo, esta semana la escuadra de fútbol Santos Laguna, cuya sede está en la ciudad mexicana de Torreón, Coahuila, proyectó en un monumento el nuevo jersey del club, así como algunos momentos históricos con motivo de sus 40 años de fundación.

El acto quizás habría pasado desapercibido -excepto para los seguidores de dicho club deportivo-, sino es porque las imágenes fueron proyectadas sobre un monumento que es un símbolo religioso muy importante del noreste del país.

Se trata del Cristo de las Noas, una escultura del artista Vladimir Alvarado, que mide 22 metros de altura desde su base, pesa unas 579 toneladas y fue construido en 1981 por iniciativa del sacerdote José Rodríguez Tenorio.

Este Cristo, con sus brazos abiertos, expresa su protección a toda la Comarca Lagunera, conformada por seis municipios de Coahuila y quince de Durango, y en la cual se encuentra una de las zonas metropolitanas más grandes de México.

La polémica generada por el uso de un símbolo religioso

Para el sacerdote Rafael López, responsable de Comunicación de la Diócesis de Torreón, lo primero que hay que considerar que, si bien se trata de un monumento emblemático de la región, no deja de ser un símbolo religioso importante, razón por lo que la presentación del jersey oficial del Club Santos ha causado mucha polémica.

“Los comentarios de muchísimos fieles de la Diócesis de Torreón han resaltado la falta de respeto de la utilización del símbolo religioso mas representativo de la Comarca Lagunera”, aseguró el sacerdote, y explicó que en aquella región del país aún se tiene un gran respeto por las imágenes religiosas, pues la Iglesia se ha esforzado en orientar a los fieles para que las traten con decoro y dignidad, por lo que representan.

“Al respecto -añadió – el Catecismo de la Iglesia Católica en el No. 2132 dice: “el que venera una imagen, venera al que en ella está representado”.

Y es que, algunos de los comentarios durante la presentación virtual del jersey proyectado sobre el Cristo de las Noas fueron: “Cristo no murió para esto”; “Herejes”; “¡Qué c&@$#/°s falta de respeto es eso”; “Corran al que se le ocurrió esto”. Aunque también hubo comentarios a favor.

¿Mala fe o falta de sensibilidad?

El padre Rafael López explica que la relación de la Iglesia católica con el Club Santos siempre ha sido buena, por lo que duda que esto se haya debido a un acto de mala fe, sino que más bien fue una falta de sensibilidad hacia un símbolo religioso, una cuestión de marketing, imitando lo que han hecho diferentes clubes deportivos en otros países.

La relación entre la Iglesia y la institución deportiva ha sido tan buena que incluso, en 2014, el entonces obispo de Torreón, José Guadalupe Galván, regaló al Papa Francisco una playera del Santos, al tiempo que le hizo saber que en las inmediaciones del estadio de fútbol se tiene la parroquia de Todos los Santos.

“Don Lupe decía que la única parroquia que tenía un estadio de fútbol profesional era la de Todos los Santos; no decía que el estadio tenía una parroquia, sino al revés”, recuerda el padre López.
Por ello -insistió el sacerdote- no creo que el Club Santos haya hecho esto con la intención de burlarse de la fe católica, sino que quiso juntar un símbolo representativo de la región con el cariño que mucha gente le tiene a un equipo de fútbol.

“Aunque también creo que ellos estaban conscientes de que esto les iba a pegar tanto en lo positivo como en lo negativo. Y les funcionó porque de este tema se está hablando en todos lados. El problema es que hirió sentimientos religiosos de la gente”.

El padre Rafael López dejó en claro que su posición no es oficial, sino a título personal, por lo que posiblemente la diócesis o el propio obispo, don Luis Martín Barraza Beltrán, se pudieran pronunciar en estos días al respecto.Lo que es importante -concluyó- es hacer conciencia de que este tipo de actos abonan a desacralizar las imágenes religiosas, y después viene la burla, la mofa.

“Esto es grave en una ciudad que llegó a ser una de las más peligrosas del mundo, donde proliferaban los altares de la santa muerte. Este tipo de actos van desviando a las personas de la verdadera fe, de la verdadera devoción, del verdadero respeto hacia lo sagrado”.