Catedral Metropolitana de México. Foto: Alcaldía Cuauhtémoc
El 2 de septiembre de 1530 fue creada la primera Diócesis de México por el Papa Clemente VII, quien nombró al franciscano Fray Juan de Zumárraga como su primer obispo.
La historia de estas designaciones, tienen estrecha relación con los descubrimientos que tuvieron lugar en la primera mitad del Siglo XVI en lo que hoy es la República Mexicana.
En 1517, al saberse en Europa el descubrimiento del mundo maya, el Emperador Carlos V solicitó al Papa León X (1475-1521) la erección de un obispado en Yucatán, a lo que accedió con la Bula Sacri Apostolatus Ministerio del 24 de enero de 1518.
En 1519, fue designado como obispo para esta zona peninsular el dominico fray Julián Garcés (1452-1547), pero la creación de este obispado quedó sin efecto porque los españoles no fundaron ninguna ciudad ni villa, pues las expediciones de Hernández de Córdoba, Juan de Grijalva y la de Hernán Cortés, avanzaron hacia México Tenochtitlan.
En medio de estas exploraciones se celebró en Cozumel la primera misa el 6 de mayo de 1518.
El celebrante fue el sevillano Juan Díaz, la cual consta por escrito[1], pero el 19 de agosto de 1524, Carlos V envío una carta al Papa Clemente VII en la que solicitaba que se cambiara de lugar la sede del inexistente obispado de Ekab, Yucatán, a Tlaxcala, y el 13 de octubre de 1525 expidió la Bula Devotionis Tuae Probata Sinceritas, con la cual pasaría el obispado de Yucatán a Tenochtitlan, sin embargo, este cambio tampoco se hizo efectivo.
Fray Juan de Zumárraga, como Obispo Electo, después de los escándalos que en México protagonizó la Primera Audiencia, se embarcó para España en mayo de 1532.
Fue hasta entonces cuando le informaron que el Papa Clemente VII había emitido seis bulas el 2 de septiembre de 1530:
en la primera creaba el obispado de México, en la segunda lo nombraba su primer obispo; informaba al Arzobispo de Sevilla la creación de la nueva diócesis de la cual sería sufragáneo, y las otras iban dirigidas al Cabildo de México, a la ciudad y al clero.
El 11 de febrero de 1546, la Diócesis de México fue elevada a rango de Arquidiócesis Metropolitana, dándole sufragáneas las de Oaxaca, Michoacán, Tlaxcala, Guatemala y Ciudad Real de Chiapas.
El 8 de julio de 1547 le enviaron al Obispo Zumárraga la bula de su palio, que no la llegó a recibir porque murió en 1548.
El historiador Robert Ricard calcula que para 1559 había en todo México 380 franciscanos en 80 casas; 210 dominicos en 40 casas, y 212 agustinos en 40 casas.
[1] Juan Díaz, Itinerario del viaje de Juan de Grijalva, Jueves 6 de mayo de 1518. Crónicas de la conquista, Agustín Yanez, UNAM, 1993.
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