Monseñor José Armando Álvarez y Francisco Moreno.
El estado de salud de los obispos de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, y de Tampico, José Armando Álvarez Cano, han mejorado notablemente en los últimos días, tras resultar contagiados de COVID-19, confirmaron sus respectivas diócesis.
El Arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, confirmó que su estado de salud ha mejorado notablemente, luego de que hace tres fue diagnosticado con COVID-19, enfermedad que contrajo en el hospital donde convalecía después de una doble operación de próstata.
En un mensaje en video para sus sacerdotes, religiosos y fieles, Monseñor Moreno explicó que la enfermedad “vino a dañar mi proceso postoperatorio, poniéndome en una condición muy vulnerable y de alto riesgo durante varios días, algunos sin claridad de conciencia y una noche crítica, en la que me confié a la misericordia de Dios”.
Ahora, agregó, sólo espera que los resultados de la prueba COVID resulten negativos, para poder reintegrarse a sus actividades pastorales.
El Arzobispo agradeció la oración y la ayuda del pueblo católico de Tijuana, especialmente los cuidados de las religiosas Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote, que también se contagiaron de COVID-19 y han superado la enfermedad.
“¿Cuántos cuidados, gracias y bendiciones puede ofrecer la comunidad eclesial a nuestros enfermos de COVID, para que nadie sufra en soledad ni muera en el abandono?”.
Leer: Sacerdotes COVID salen contagiados, se recuperan y vuelven a la carga
“Valoro y agradezco a mi querida diócesis su cercanía espiritual y los cuidados que me ha obsequiado”, dijo el Arzobispo.
En Tijuana, además de Monseñor Moreno, 13 religiosos y 17 religiosas han contraído el virus de COVID-19, con saldo de un sacerdote franciscano fallecido.
En el clero diocesano han sido contagiados 22 sacerdotes; y tres de ellos han fallecido.
En tanto, la Diócesis de Tampico confirmó que su obispo, Monseñor José Armando Álvarez Cano, ha sido dado de alta del hospital, tras varios días internado por COVID-19.
La última prueba que se realizó a Monseñor Álvarez Cano resultó negativa, y continuará su recuperación en casa.
“Don Armando ha sentido su cercanía desde la oración, su corazón está plenamente agradecido. Reconoce y agradece la labor de todos los que trabajan en el sector salud que día a día se desgastan en esta pandemia”, aseguró en un comunicado el Vicario General de la Diócesis de Tampico, monseñor Elías Gómez Martínez.
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