Cardenal advierte de ‘criaturas espirituales’ que nacen con solo pensarlas

El cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, aseguró que, en la vida espiritual, es fundamental evitar los falsos temores al demonio, ya que lo que muchas veces nos tiene aprisionados son las heridas que hemos sufrido en el transcurso de nuestra vida y que aún no las hemos sanado.

Al reunirse con los integrantes del Consejo Pastoral de la Rectoría  Jesús Nazareno en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el cardenal Aguiar sostuvo que las situaciones complicadas que se viven desde la infancia nos van atando, pero eso más que un demonio, es una criatura espiritual que hemos creado.

Esa criatura espiritual -continuó el Arzobispo Primado- tiene el mismo poder que tiene un pensamiento, un pensamiento que se nos mete y nos atrapa, pero eso no significa que un ser nos tenga atados a él.

“Lo que nos tiene atados son situaciones del pasado, son los daños que los tenemos que sanar, y eso es lo que hay que tener siempre en cuenta para no generar un falso temor al demonio, como si fuera Dios el bueno y el demonio el malo”, subrayó el Cardenal Aguiar Retes.

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Dios lo puede todo

En este tenor, el Arzobispo Primado les recordó que “Dios es el único, el que todo lo puede, el que nos cuida y está entre nosotros dispuesto siempre a corresponder en el amor”, cuando nos encontramos agobiados por situaciones de este tipo.

“Pero es necesario sacarnos esa tensión de que es el demonio el que me tiene aprisionado. Tú estás condicionado interiormente por todos los acontecimientos que has vivido y que no has sanado, y los superamos ayudándonos, porque nadie está solo, por lo que solamente con la ayuda de los demás sanaremos”, puntualizó el cardenal Aguiar Retes.

En la reunión, que se llevó a cabo en el marco de la Visita Pastoral que realizaron por el territorio de la Rectoría, además del Arzobispo Primado, estuvieron presentes el Obispo Auxiliar, monseñor Luis Manuel Pérez Raygoza, el padre Federico Altbach Núñez, Vicario Episcopal de la IV Zona Pastoral, y el presbítero Arturo Pérez, párroco del Templo de Jesús Nazareno.

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