El Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, cumplió este sábado con la principal encomienda de su visita a México: la ordenación episcopal del sacerdote yucateco Mons. Fermín Sosa Rodríguez, quien próximamente representará al Papa Francisco como nuncio apostólico en Papúa Nueva Guinea, Oceanía.
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La celebración se llevó a cabo en el Santuario de la Inmaculada Concepción en la ciudad de Izamal, Yucatán, de la que es originario monseñor Fermín Sosa Rodríguez, y fue concelebrada por el arzobispo Gustavo Rodríguez Vega y el arzobispo emérito Emilio Berlié Belaunzarán, así como por decena de obispos y varios sacerdotes de esa Iglesia particular.
Durante la homilía, el secretario de Estado e la Santa Sede señaló que monseñor Fermín Sosa –quien desde 2003 ha servido a la Santa Sede en las nunciaturas de Nueva Guinea, Costa de Marfil, Burkina Faso, Estados Unidos y Serbia- ahora deberá regresar como representante del Papa Francisco al país donde llevó a cabo su primera misión.
El Cardenal Pietro Parolin pidió a monseñor Fermín Sosa impulsar y mantener las buenas relaciones de la Iglesia con otras confesiones cristianas y con las autoridades de civiles de Papúa Nueva Guinea, país ubicado entre Asia y Oceanía, donde están instituidas 19 circunscripciones eclesiásticas, y cerca del 30 por ciento de la población es católica.
“Querido Fermín -dijo-, lleva siempre contigo el mensaje de consolación de Nuestra Señora de Guadalupe, a quien le confiamos tu persona y tu nuevo ministerio.
“Señor, si tú me llamas, ¿quién soy yo para decirte que no?”, fue la oración que en su juventud pronunció monseñor Fermín Sosa cuando sintió el llamado de Dios a ingresar al Seminario, y que repitió ahora con motivo de su envío como representante del Papa Francisco en Papúa Nueva Guinea.
En su mensaje a la comunidad, en el que pidió al pueblo yucateco seguir amando a sus sacerdotes, monseñor Fermín Sosa agradeció en primer lugar a Dios, “por haber visto en mí lo que yo no puedo ver”, y posteriormente a la Virgen María por su compañía y ayuda durante todo su proceso sacerdotal: “¡Gracias, Mamá linda!”
Asimismo, monseñor Fermín Sosa agradeció a sus padres “por el sacrificio cotidiano de tener que ver a un hijo lejos de su tierra y de su gente”, así como a sus hermanos y amigos. De igual manera, dirigió sus agradecimientos al Papa Francisco, al Cardenal Pietro Parolin, al Nuncio Apostólico en México y a las autoridades eclesiales y civiles del estado.
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Mons. Fermín Sosa Fermín Sosa nació el 12 de abril de 1968. Actualmente tiene 53 años, y casi la mitad de su vida ha servido a la Iglesia católica fuera del país, en las nunciaturas de varios países: Papúa Nueva Guinea –adonde regresa como nuncio– Costa de Marfil, Burkina Faso, Canadá, Estados Unidos y Serbia.
Ahora, se ha convertido en el segundo mexicano en ser nombrado nuncio apostólico de la Santa Sede, y el primero después del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre nuestro país y la Santa Sede, en 1992.
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