Alimento para Todos (APT) sigue creciendo cada año en su lucha por combatir la pobreza alimentaria en la Ciudad de México y sus alrededores, y aunque sus directivos de este banco de alimentos, aliados y miles de colaboradores y voluntarios trabajan todos los días por fortalecerse y aumentar el número de personas beneficiadas, en su visión no está seguir creciendo, sino dejar de existir.
En entrevista con el semanario Desde la Fe, Bernardo Landeros, director general del banco de alimentos, asegura que el combate a la pobreza debe ser un esfuerzo de todos los sectores de la sociedad y desde diferentes frentes, “dando pasos firmes” con el objetivo de eliminarla.
De ser así, las instituciones como la que dirige no tendrían razón de ser en el futuro, pues esto significaría el éxito de la erradicación de la pobreza.
“Como todas las organizaciones e instituciones, del giro que sean, trabajamos por crecer, por ampliar nuestros servicios, ser eficientes y generar valor. Pero en estricto sentido, el cumplimiento de nuestra visión sería dejar de existir, porque la mayoría de nuestros beneficiarios ya no requerirían de un apoyo alimentario o de bienes básicos”.
No obstante –reconoce Landeros– “la realidad es muy diferente y las cifras sobre pobreza en México también son muy diferentes”.
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En esto coincide Mariana Jiménez, responsable de Relaciones Internacionales de APT, quien explica que los bancos de alimentos no pueden atacar por sí solos la pobreza desde la raíz, sino que se necesita de un esfuerzo intersectorial e interinstitucional a largo plazo.
“Tenemos que empezar a replantear de qué manera intersectorialmente podemos trabajar en conjunto. Si el Estado ya vio que por sí mismo no ha podido combatir este fenómeno, debe involucrarnos a todos los sectores”.
Alimento para Todos nació como una iniciativa de Cáritas Arquidiócesis de México. Comenzó hace 20 años en un pequeño local prestado en la Central de Abasto. Actualmente tiene cuatro centros de acopio, y recaba y entrega mensualmente mil 400 toneladas de comida a 210 instituciones, atendiendo a más de 66 mil personas cada semana.
Próximamente este banco de alimentos abrirá una bodega más en Tultitlán, Estado de México, con lo que aumentará su cobertura de manera importante.
Muchos de los bancos de alimentos que existen en el país han sido creados por la Iglesia.
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