Arzobispo Aguiar: Las madres, las primeras evangelizadoras de la niñez

Las madres son las primeras evangelizadoras de la niñez, ellas siembran en la conciencia de las personas su destino a la vida eterna, aseguró el Arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, en la Misa dominical en la Basílica de Guadalupe, que coincidió con la celebración del Día de las Madres en México.

“Hoy celebramos en nuestra patria a la mujer madre, la que nos dio a luz. Me permito agradecer la tarea tan importante que realizan al transmitir la fe a sus hijos en la importante etapa de la infancia. Ahí es cuando se siembra la conciencia de nuestro destino a la eternidad. Ustedes son las primeras evangelizadoras de las nuevas generaciones. ¡Dios las bendiga siempre!”, dijo el Arzobispo durante su homilía.

“Por nuestra parte los Obispos, Presbíteros, Catequistas y demás agentes de pastoral prolongamos el acompañamiento espiritual de los fieles cristianos; por eso debemos orar siempre para que surjan vocaciones laicales al servicio pastoral, y especialmente al Sacerdocio Ministerial, pidiendo que permanezcan fieles a su ministerio”, agregó.

Al término de su homilía pidió a los fieles estar cerca de María de Guadalupe, para que Ella “nos ayude a ser fieles discípulos de Cristo y orientar nuestra humanidad a su camino hacia la Casa del Padre”.

Posteriormente, el Arzobispo dirigió una de las dos oraciones que el Papa Francisco pidió a los fieles rezar durante este mes de mayo y entregó un adorno floral a la Virgen de Guadalupe en nombre de las madres mexicanas que este domingo celebran su día en aislamiento debido a la pandemia de COVID-19.

“Entrego a nuestra Madre en nombre de todas las madres estas flores, que nos representen ante ti”, dijo.

Esta vida es camino para la eternidad

El Arzobispo reflexionó en su homilía sobre la lectura del Evangelio de este domingo (Jn 14, 1-12) en el que Jesús dijo a sus discípulos: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino es por mí. El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.

La muerte de Jesús en la cruz abrió los ojos a los discípulos, comprendieron que esta vida es camino para la eternidad, dijo el Arzobispo. “¡Qué paradoja! El camino desconocido lo tienen a la vista, ante sus ojos, y no se dan cuenta”.

“Esta convicción es fundamental: la vida no termina con la muerte, genera la esperanza para afrontar con valentía las afrentas, las injusticias, el sufrimiento, y cualquier adversidad; porque Jesucristo nos ha preparado un lugar en la casa de Dios, Nuestro Padre, en la que hay muchas moradas”.

Lamentablemente, cuando no se vive en esta vida sin convicción de la vida eterna, explicó, la persona busca la felicidad en el dinero, el poder o el placer, pero ahí no la encuentra, “se deja conducir por los instintos, las pasiones y tendencias corporales; pero siempre se queda peor que antes y se origina la adicción”.

“Este dinamismo genera en la sociedad el estilo creciente de una vida superficial, estresante, cuyo derrotero está llevando a muchos a vivir un individualismo egoísta y estéril, que perjudica a él mismo y a quienes entran en relación con él”, aseguró.

Por ello, el Arzobispo Primado lanzó una invitación a reflexionar:

“¿Soy consciente que para descubrir la relación de esta vida con la eternidad es indispensable conocer, meditar y compartir la lectura de los Evangelios para conocer y seguir a Jesús?”

Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe

La celebración en la Basílica de Guadalupe concluyó con el canto de Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe. En el coro de este domingo participó la soprano Olivia Gorra.

Puedes ver Las Mañanitas a la Virgen aquí:

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