La Navidad llegó este viernes a la Plaza de San Pedro del Vaticano, con el encendido de las luces de un monumental árbol procedente de la región italiana de Trentino y un hermoso nacimiento de origen peruano.
En una ceremonia que debió hacerse al interior del Aula Pablo VI debido a una fuerte lluvia, el presidente de la gobernación de la Ciudad del Vaticano, monseñor Fernando Vérgez, aseguró que, de esta manera, Europa y América se unen para rendir homenaje a Jesucristo, el Rey de Reyes.
El majestuoso abeto (Picea abies) procede de Andalo, en el Trentino, y mide unos 28 metros de altura.
La Delegación de Trentino también se encargó de la decoración correspondiente con adornos esféricos de madera.
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En tanto, el Nacimiento proviene del departamento de Huancavelica, en Perú. Esta mañana, el Santo Padre recibió a una delegación de esa región, y él mismo explicó los elementos más importantes de esta representación:
“Los personajes del pesebre – precisó el Papa – realizados con materiales y ropas característicos de esos territorios, representan a los pueblos de los Andes y simbolizan la llamada universal a la salvación”.
“De hecho – subrayó– Jesús vino a la tierra en la concreción de un pueblo para salvar a todo hombre y mujer, de todas las culturas y nacionalidades”.
El árbol y el Nacimiento permanecerán en la Plaza de San Pedro hasta el 9 de enero de 2022, fiesta del Bautismo del Señor.
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