El Santo Padre ha padecido varias enfermedades a lo largo de su vida. La Oficina de Prensa y el Pontífice mismo han sido transparentes sobre la salud del Papa Francisco, quien ha superado con fortaleza todos sus padecimientos y los ha usado como lecciones de fe.
Por más de 60 años, el Papa Francisco ha vivido sin un pedazo de su pulmón derecho. Y es que, durante su segundo año del seminario diocesano en Buenos Aires —cuando tenía apenas 21 años—, enfermó de una fuerte infección.
“Recuerdo la fecha: era el 13 de agosto de 1957. Fue un prefecto quien me llevó al hospital, al darse cuenta de que no tenía el tipo de gripe que se trata con aspirina. Primero me sacaron un litro y medio de agua del pulmón, luego estuve luchando entre la vida y la muerte. En noviembre, me operaron para quitarme el lóbulo superior derecho del pulmón”, relata el Papa en el libro Volvamos a soñar, publicado en 2020.
El Pontífice asegura que su enfermedad —y lenta recuperación— le enseñó mucho sobre el consuelo, la ciencia y la misma fe. En su relato, recuerda que estaba cansado de “palabras de consuelo baratas” de quienes lo visitaban; y, a raíz de esa experiencia, tomó la decisión de hablar lo menos posible al visitar a un enfermo. “Simplemente tomo su mano”, contó.
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El Papa Francisco padece de la rodilla y la ciática, enfermedades que dificultan su caminar.
En enero de 2022, la Oficina de Prensa del Vaticano reveló que el Papa sufre gonalgia aguda, una inflamación del ligamento de la rodilla que limita sus movimientos y que le produce dolor intenso al caminar y subir o bajar escaleras.
“Tengo un ligamento dañado. (…) Desde hace tiempo estoy así, no consigo caminar. Hace tiempo los Papas andaban con la silla de ruedas. Para eso hace falta un poco de dolor, de humillación…”, dijo el Papa Francisco en una entrevista publicada en el diario ‘Corriere della Sera’.
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En mayo de 2022, el Papa se sometió a una infiltración en la rodilla derecha que le ayudó a recuperar algo de movilidad. Sin embargo, el tratamiento lo obligó a cancelar su viaje apostólico a África y a llegar en silla de ruedas por primera vez a una Audiencia General, pues él siempre hace el esfuerzo por llegar a pie a todas sus apariciones públicas.
Entre finales de 2020 y principios de 2021, el Papa se vio obligado a no presidir las celebraciones navideñas y año nuevo, consecuencia de una “dolorosa ciática”. Para reducir los dolores, los médicos le recomendaron al Pontífice bajar de peso y reducir su consumo de pasta, pasteles y dulces, que, de acuerdo con EFE, son sus alimentos preferidos.
En julio de 2021, el Papa Francisco fue intervenido quirúrgicamente de una estenosis diverticular en el colon. Pasó 10 días en el hospital y, durante ese tiempo, tuvo una especial preocupación por los pacientes del área de oncología pediátrica, ubicada a unos cuantos metros de su estancia. El Papa les envió saludos por medio de sus colaboradores y los niños, en respuesta, le hicieron llegar dibujos y cartas.
“Para el Papa Francisco. Nos hemos enterado de que no estás muy bien y que ahora estás en el mismo hospital que nosotros. Aunque no podamos vernos te enviamos un fuerte abrazo y te deseamos una pronta recuperación”, se lee en la carta.
A principios de junio de 2023, el Santo Padre fue intervenido nuevamente, esta vez de una laparotomía y cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis. La operación fue exitosa y el Papa Francisco retomó sus actividades a los pocos días.
En más de una ocasión, el Papa Francisco ha bromeado sobre quienes especulan sobre su salud o exageran sus enfermedades.
En agosto de 2021, poco después de su operación de colon, el Papa bromeó con un periodista cuando éste le preguntó cómo estaba de salud. “Todavía vivo…”, dijo entre risas, antes de lamentar que siempre que un Papa está enfermo corre “brisa o huracán de cónclave”.
“Algunos me querían muerto. Sé que hubo incluso reuniones entre prelados, que pensaban que el Papa estaba más grave de lo que se decía. Preparaban el Cónclave. ¡Paciencia! Gracias a Dios estoy bien”, dijo en un evento reportado por la revista La Civiltà Cattolica.
En abril de 2023, después de recuperarse de una bronquitis infecciosa que lo mantuvo un par de días en el hospital, repitió esas palabras a los periodistas: “¡Todavía estoy vivo!”
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