La Misa estaba a punto de terminar cuando sonó el primer disparo en la iglesia de san Francisco Javier en Owo, al suroeste de Nigeria.
Hombres armados irrumpieron y abrieron fuego contra los asistentes que acudían a la Misa dominical en el domingo de Pentecostés. Aún no hay una cifra oficial de personas asesinadas, pero de acuerdo con testigos y autoridades la cifra de muertos va desde los 21 a los 50, y hay niños entre quienes perdieron la vida.
Sobrevivientes y testigos han hablado con medios de comunicación para contar sus historias.
Andrew, de 20 años, quien pidió que no se revelara su apellido, dio su testimonio a la cadena Al Jazeera. Contó que él y su madre se escondieron debajo de una banca y sobrevivieron, no tuvieron heridas.
“Corrí hacia mi madre, la tomé de las manos y le dije: ‘¡Mantén la cabeza abajo!’. En los siguientes 15 a 20 minutos, los disparos no pararon”.
Andrew observó como personas que conocía desde hacía años, incluidos niños que corrían para encontrarse con sus padres, fueron abatidos por las balas y se desplomaron en la iglesia.
Él se quedó en el suelo, abrazando a su madre, ambos estaban aterrados. “(Ella) estaba diciendo la que consideraba sería su última oración y yo estaba respirando profundamente, preparándome para recibir disparos”.
La cadena Al Jazeera también citó a otro testigo, Okechukwu Confidence, que se encontraba cerca del templo y vio todo lo que ocurría.
El hombre de 35 años afirmó que el ataque lo hicieron cuatro hombres armados. “Entraron con bolsas en las manos, nadie sabía que estaban llenas de armas”, dijo Confidence al medio de comunicación.
“La primera persona a la que le dispararon fue al niño que vende dulces en la puerta. Después de eso, entraron y comenzaron a disparar esporádicamente a todos”.
Afirmó que los atacantes secuestraron un automóvil cercano antes de huir de la escena.
Laide Ajanaku perdió a sus dos padres en el ataque a la iglesia de san Francisco.
“Escuchamos que fue una explosión al principio, luego comenzamos a entrar en pánico y llamamos a mi papá por celular”, dijo Ajanaku a CNN el lunes.
“Alguien tenía su teléfono. Todavía no sé quién era esa persona. Contestó y me dijo que mi papá estaba herido y que lo habían llevado al hospital, pero no sabía nada sobre el paradero de mi mamá”.
Más tarde Ajanaku tuvo que acudir a la morgue donde identificó los cuerpos de sus padres.
Su padre, John Adesina Ajanaku, tenía 67 años, y su madre, Olabimpe Susanah, tenía 64. “Nunca faltaban a Misa”, dijo.
“Mi padre era presidente de la Organización de Hombres Católicos. Era muy religioso”.
Ninguna organización se ha atribuido la responsabilidad del ataque, el último de una serie contra civiles en Nigeria.
Al menos 2968 personas fueron asesinadas por grupos armados en el primer trimestre de 2022 en Nigeria, de acuerdo con el Nigeria Security Tracker, publicado por el Consejo de Relaciones Exteriores de ese país. El 86% por ciento de esas muertes se produjeron en el norte de la nación. Ondo era considerado un lugar seguro.
El feminismo, una corriente filosófica y social que busca la igualdad de derechos y oportunidades…
“Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de…
El 29 de diciembre iniciaremos el Año Jubilar 2025 en las diócesis del mundo, con…
Lo que empezó en los años 20 del siglo pasado como una causa homicida, al…
‘¡Viva Cristo Rey!’ Hagamos nuestra esta frase, no como grito de guerra, sino como expresión…
El Vaticano publicó la segunda edición del libro litúrgico que contiene las instrucciones relacionadas con…
Esta web usa cookies.