En el contexto cristiano, el Adviento es un tiempo especialmente centrado en la fe, ya que conmemora la espera y la anticipación del nacimiento de Jesucristo.
La espiritualidad del Adviento no se limita a las cuatro semanas propuestas por el calendario litúrgico. Es posible afirmar que la Iglesia vive continuamente en un adviento, ya que está en la espera de la venida de Nuestro Señor Jesucristo al mundo. En cada Misa pedimos que Cristo venga: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección ¡Ven Señor, Jesús!”. Hay muchas oraciones dentro y fuera de la Eucaristía en las que la Iglesia implora con esperanza esa venida tan gloriosa.
La fe de cada cristiano tiene siempre un triple horizonte que está llamado a cultivar para vivir con fruto este tiempo de gracia: el pasado, el presente y el futuro. El discipulo de Cristo recuerda que Él ya vino para salvarnos: nació en la fragilidad de un bebé. También, sabe que Cristo viene en el presente: cada vez que ora, que vive la Santa Misa, que se confiesa, etc. Tiene conciencia de que Jesucristo vendrá en el futuro, para instaurar la auténtica paz y justicia, en el que los justos y pecadores serán juzgados.
La síntesis de dicho horizonte da su fruto en el aquí y en el ahora, donde somos invitados a profundizar nuestra fe, incrementar nuestra vida de oración y realizar con un gran amor las obras de misericordia. El presente es el tiempo propicio donde el Adviento es fecundo.
El Adviento en nuestra fe es totalmente cristocéntrico, pues viendo hacia el pasado se recuerda la humildad de su primera venida y hacia el futuro se espera la gloria y majestad de la segunda venida; por eso, nuestra fe debe alimentarse de la esperanza. La Virgen María es el modelo auténtico de la espera gozosa del Reino de Dios.
Nuestra sociedad se caracteriza por innumerables crisis políticas, económicas, existenciales y familiares. En medio de esos dolores, brilla la luz de la esperanza en Cristo Jesús, confiando en que los que lloran serán saciados, los que sufren encontrarán consuelo, los tristes recibirán alegría y los deprimidos encontrarán la plenitud ¡Es un momento hermoso para consolarnos en el amor y la esperanza que Dios solamente puede darnos!
Querido lector, te invito a que conozcas estos hermosos cantos referentes a la Segunda Venida de Jesucristo. Ellos te harán profundizar en la espiritualidad del adviento:
Ven Señor Jesús, Maranathá – Harpa Dei:
El Espíritu y la Novia dicen: “¡VEN, SEÑOR JESÚS!” – Harpa Dei:
“Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de…
El 29 de diciembre iniciaremos el Año Jubilar 2025 en las diócesis del mundo, con…
Lo que empezó en los años 20 del siglo pasado como una causa homicida, al…
‘¡Viva Cristo Rey!’ Hagamos nuestra esta frase, no como grito de guerra, sino como expresión…
El Vaticano publicó la segunda edición del libro litúrgico que contiene las instrucciones relacionadas con…
Su reino es un misterio que inicia muy dentro del corazón de cada persona y…
Esta web usa cookies.