Historias de Fe

El Camino Santiago con todo y niños; esta es la historia con el final más feliz que puedas imaginar

Cuando Berenice Montes le pidió a Jesús y a la Virgen de Guadalupe que los acompañaran a ella y a su familia durante su peregrinación en el Camino de Santiago, en España, nunca imaginó lo que ocurriría, pues no es común que este gran recorrido se haga con niños.

Un par de meses antes, Bere y su esposo Heriberto Aceves -’Tacles’ para los amigos- habían decidido cumplir uno de sus grandes sueños como matrimonio: hacer el Camino durante una semana, acompañados de sus hijos Pío y Franco, de dos y un año de edad, respectivamente. 

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Organizaron todo, prepararon maletas, compraron una carriola doble y emprendieron el viaje hace algunos meses. Por su cabeza nunca pasó la posibilidad de dejar a sus hijos y peregrinar sin ellos.

“Nunca lo pensamos, somos una familia y queríamos ir todos juntos”, dijo Bere en entrevista con Desde la fe

Bere y ‘Tacles’ son católicos comprometidos, junto a sus mejores amigos formaron un grupo con el que cada mes se reúnen a orar y recibir formación, además de convivir y hacer vida los valores cristianos. 

Ella es psicóloga y creadora del podcast ‘Relieve al Cielo’ en el que comparte charlas y entrevistas relacionadas con la fe y su profesión. Él es conferencista y conductor del programa de radio Zona Líder, que se transmite cada semana en Valora Radio

‘Tacles’ ya había hecho el Camino años atrás y, con esa experiencia, sabía que sería complicado hacerlo en familia, pero nunca imaginaron cuánto. Con la carga que implicaba llevar la carriola y el equipaje de los pequeños, el Camino se hacía por momentos intransitable y cada trayecto duraba más del doble del tiempo estimado para cualquier otro peregrino. 

Para el segundo día de trayecto, Bere lloraba por el dolor en los pies desde los primeros kilómetros y, por primera vez, pensó que no lograría terminar. 

Puedes leer: El mensaje que manda el Papa Francisco a las familias mexicanas

“Desde el primer día ya tenía los pies destrozados por una ampolla que tenía abierta, me dolía mucho”.

Pero Dios y la Virgen se hicieron presentes de muchas maneras durante los más de 100 kilómetros del recorrido. 

“¡Mira, son los del carrito!”

“A mí ‘Tacles’ me mintió, él me dijo que había visto mucha gente con niños, y yo dije bueno, pues debe ser algo normal, ¡Y no era cierto!”, recordó Bere entre risas. 

“Desde que comenzamos el Camino con la carriola -que en España le dicen ‘el carrito’,- todos estaban muy impresionados. El primer día, donde pasábamos, mucha gente nos decía ‘es que qué valientes sois’, pero yo tenía entendido que era normal, que la gente hacía el Camino con sus niños”.

Mientras pasaban los días, las muestras de cariño y admiración siguieron creciendo, al ver que aquella familia mexicana seguía avanzando y logrando cada etapa.

La familia Montes Aceves. Foto: Instagarm @bee.nicegarcia

“Era un bálsamo para el corazón, muchas veces pensé que no llegaría a Santiago, que no lo iba a lograr“.



Los demás peregrinos los animaban y los impulsaban a seguir, con frases como “cada vez que voy en el Camino pienso en ustedes y digo ‘si ellos pueden, yo también’”, “cada vez que paso por piedras, pienso en que ustedes llevan el carrito” o “es que gracias a ustedes no me he rendido”.

Una forma involuntaria de evangelización

“Nosotros nunca fuimos con la intención de ser vistos o de ser ejemplo para nadie. Íbamos a lo nuestro, como peregrinos y eso me voló la cabeza (…) Yo sentía que era Dios recordándonos la capacidad de inspiración que la familia puede llegar a tener, y no hablo de mi familia Aceves Montes, hablo de la familia en general”, dijo Bere.

“Un señor, llorando, nos dijo que para él era muy inspirador que nosotros como familia hiciéramos el camino con niños tan pequeños, y que seríamos una inspiración no sólo durante esos días sino para su vida diaria. Y Bere y yo dijimos, ‘¿pero qué pasa?’, que Dios obra sin que nos demos cuenta”, agegó ‘Tacles’.

“Le pedí a María y a Jesús que vinieran con nosotros”

El tercer día, con el cansancio acumulado, entraron a la iglesia del pueblo de Melide, donde encontraron una imagen de la Virgen de Guadalupe. 

En un momento de oración, Bere lanzó una invitación: “Le dije ‘María, venimos muy cansaditos’. Y le pedí a la Virgen y a Jesús que vinieran con nosotros”.

Cuando daban los primeros pasos de esa tercera etapa, un señor se acercó a ellos y los invitó a rezar el Rosario. Su primer impulso fue rechazar la invitación, pues ya era tarde y no querían perder más tiempo. 

Pero enseguida comprendieron que esa podía ser la respuesta de la Virgen a la petición que le habían hecho apenas unos minutos antes. 

Aquel señor los acompañó caminando durante todo el tiempo que duró la oración y, antes de despedirse, le preguntaron su nombre: “Me llamo Jesús”, les respondió él. 

Entonces, ‘Tacles’ y Bere vieron en esas coincidencias una señal de que, efectivamente, Jesús y María los acompañaban.

Después de seis días de Camino llegaron finalmente a Santiago, con un cansancio que no habían conocido antes, pero con el corazón lleno de júbilo por haber logrado su objetivo. 

“Al final del Camino nos dimos cuenta de que evangelizas más con el ejemplo que con las palabras. Llevar una carriola con niños, con tus hijos, es algo de lo más normal, son mi hijos y me acompañaba mi esposa, ¿con quién más querían que caminara?”.

“Pero no éramos nosotros los que inspirábamos a otros peregrinos, es la familia la que sigue inspirando hoy, ayer y mañana”, agregó Heriberto. 

Ahí, a unos pies de la Catedral de Santiago de Compostela, compartieron la noticia que solo la ginególoga -que le dio permiso a Bere de peregrinar-, un puñado de sus familiares y amigos más cercanos conocían. 

Santiago, el quinto integrante de la familia Aceves Montes. Foto: @bee.nicegarcia

En realidad, ‘los del carrito’ no eran una familia de cuatro, eran cinco.

Durante toda esa semana, ‘Tacles’ se hizo cargo de llevar la carriola, pero Bere también hizo su parte: cargaba en su vientre a su tercer hijo, el pequeño Santiago -¿acaso había un mejor nombre para él?- que nació este jueves y, aún sin saberlo, lleva en su nombre una de las aventuras físicas y espirituales que marcarán para siempre la historia de la familia Aceves Montes.



Alejandro Feregrino

Periodista. Ha trabajado en radio, agencias de noticias y prensa escrita.

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