Crédito: Franco Escamilla vía Facebook
En un auditorio lleno de jóvenes, creadores y misioneros digitales reunidos en Monterrey para un evento llamado Follow Festival, el comediante y cantautor Franco Escamilla decide no esconder más su lado más íntimo: su historia de fe y amor a Dios, a Jesús, a la Virgen y a San José.
“Tengo poquito rezando el rosario… lo rezo a diario”, confiesa con naturalidad y orgullo. Entre risas, silencios y momentos en los que parecía quebrarse su voz, relata una historia de búsqueda que pasa por la duda, la rebeldía y, finalmente, por una certeza: “en vez de decirle (a Dios) ‘suéltame’, esa noche dije: ‘por favor, no me sueltes’… y todo cambió”.
Detrás del personaje mediático que llena los auditorios más importantes —el standupero ha triunfado en México, América Latina y Estados Unidos— hay un músico formado en la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, un hijo, un esposo, un padre y un hombre que aprendió a rezar en medio del ruido de los reflectores.
“Yo de adolescente juraba que era ateo”, cuenta Franco Escamilla. El primer impulso que lo acercó a la fe no fue una predicación, sino la lectura de Caballo de Troya, la novela de J. J. Benítez que despertó en él la curiosidad por conocer al Jesús histórico.
“Me pareció interesante una imagen de un Jesús humano… y mi mamá me dijo: ‘Ponte a leer Hechos de los Apóstoles’”. Así nació su historia de fe.
Entre páginas y preguntas, se topó con un Dios cercano y con un libro que ya no soltaría. “Primero leí el Apocalipsis, pero luego me atrapó la historia de los primeros cristianos”.
Desde entonces comenzó un diálogo con la fe que se mantendría, a veces en pausa, a veces con humor, pero siempre abierto.
El traslado a Monterrey, tras el divorcio de sus padres, le trajo enojo y desarraigo. Hasta que un día alguien lo invitó a tocar guitarra en un coro parroquial. Algo que en un principio aceptó con el interés de conocer mujeres, lo llevó a un encuentro decisivo con Dios y con alguien muy especial: “Ahí conocí a mi esposa. Él (Jesús) sabe cómo jalar banda”.
En ese grupo descubrió algo que lo marcó: la fe también habita en personas comunes. “Yo pensaba que los de la Iglesia eran todos santitos… hasta que conocí a los del taller de misa con niños”, a quienes observó divertirse como cualquier persona.
Esa dualidad lo confundió y, a la vez, lo acercó más a un Dios que se mueve entre luces y sombras.
Comenzó a estudiar a la Sagrada Familia, lo que le reveló otra dimensión: María, una adolescente obediente; José, un hombre de fe; y un Jesús “muy humano”.
Esa visión sencilla fortaleció la historia de fe de Franco Escamilla, lo llevó a orar y, finalmente, a componer. Desde la música encontró una manera de hablar con Dios: “En las noches le pedía al Señor: ‘tira paro’, necesito cantos para la misa”.
Así nacieron muchas canciones y una muy especial titulada ‘Instrumento de tu amor’, con la que ganó el Festival Vocacional del Seminario de Monterrey y que años después cantaría ante Jesús Eucaristía, cerrando un ciclo que empezó cuando era apenas un joven buscando respuestas.
VIDEO: Franco Escamilla canta a Jesús Eucaristía
Franco Escamilla cuenta que, en uno de los momentos más duros de su vida, sintió que lo perdía todo: el trabajo, los amigos, una relación, hasta un balón de fútbol que rodó por un canal y se fue calle abajo mientras jugaba con él.
“Era lo único que me quedaba… me quedé viéndolo irse y terminé hincado, llorando. Quería maldecir mi vida”.
Antes de eso, se escuchó pronunciar una y otra vez: “Señor, ya suéltame”, pero después de ver el balón irse, pronunció una frase que marcaría su fe: “Por favor, no me sueltes, Señor”.
No hubo milagros instantáneos, pero algo cambió dentro de Franco Escamilla: “No mejoró mi suerte, pero mejoró mi actitud”. Aprendió que la fe no elimina las pruebas, las atraviesa. “Jesús también tuvo miedo… también dudó. ‘Si quieres, aparta de mí esta copa’, dijo. Por eso puedo empatizar con Él”.
Desde entonces, su oración se volvió más humilde y honesta: “Señor, que se haga tu voluntad, no la mía”. Y en cada decisión —una gira, un proyecto, una oferta de trabajo— procura repetirlo: “Si se arma el business, Él dio permiso; si no, no quiso”.
Y complementa: “A veces uno piensa que Dios es para la gente buena, pero no. Es para todos y también habemos quienes necesitamos de Él”.
El padre José Juan Montalvo, conocido como padre Borre, lo invitó al Follow Festival con una petición clara: que contara su historia. “Quiero que compartas tu testimonio para que conozcan la realidad de un influencer que tiene una vida de fe aunque no parezca, y que inspire a otros”, explicó el sacerdote ante los asistentes.
Durante el encuentro, el padre Borre resumió el proceso de tres años para lograr que Franco participara. Un proceso en el que pasó de decirse católico a asistir a Misa cada ocho días sin falta y ahora a rezar el Rosario todos los días, esté donde esté.
“Era un católico de sillón, pero alguien lo levantó del sillón, fue el Señor y la Virgen María… ahora está cumpliendo aquella promesa y hoy está aquí con nosotros”.
Luego pidió un aplauso para Gaby, su esposa: “detrás de esta gran vida de conversión hay una gran mujer”.
Franco Escamilla sonrió con timidez y, antes de interpretar un canto para la Virgen María y otro para Jesús Eucaristía, recordó su propia promesa juvenil: “No quise ser sacerdote, pero le dije a Dios: lo que te puedo ofrecer es volverme un agente secreto tuyo… estar entre alcohólicos, drogadictos y prostitutas, y soltar palabra cuando pueda”.
Uno de los sellos del standupero al comenzar su show es una reverencia de cabeza. Hoy sabemos que ese gesto clásico ante miles de personas lo hace mientras en silencio pronuncia las palabras: “Todo para Gloria de Dios”.
Esta historia de fe de Franco Escamilla comenzó en silencio, una noche cualquiera, cuando cambió una frase que parecía una queja por una plegaria: “No me sueltes.”
Te recomendamos: “Si quieres seré sacerdote”: el influencer que dejó las redes sociales
El Papa León XIV canonizó este 19 de octubre a siete nuevos santos de la…
Los santos te enseñan que ser misionero es posible en lo ordinario. Conoce sus hábitos…
La tarea primordial de estas líneas y páginas es alentarnos en la fe, fortalecer la…
Mientras las vocaciones disminuyen en Europa y América, África se consolida como el corazón misionero…
En el Domingo Mundial de las Misiones, toda la Iglesia está llamada a renovar su…
El llamado "médico de los pobres", será proclamado santo de la Iglesia Católica este 19…