La película sobre Javier Sartorius busca inspirar conversiones y despertar la fe en los alejados de la Iglesia. Foto Especial.
La historia de Javier Sartorius, un joven madrileño de familia aristocrática que cambió una vida de privilegios por la radicalidad del Evangelio, llega a los cines de México con la película “Solo Javier”, una producción que busca no solo dar a conocer su testimonio, sino también abrir el proceso que podría conducir a su eventual canonización.
La cinta, distribuida por Bosco Films, dirigida por Josepmaria Anglès e impulsada por la Asociación Pro Beatificación de Javier Sartorius, presidida por Jordi Bosch, amigo cercano del joven español desde 1989 y testigo de su proceso de conversión, se estrenará el 13 de noviembre de 2025 en varias salas de la cadena Cinemex en México.
En entrevista telefónica desde España con Desde la fe, el director explicó que más que un documental de 91 minutos de duración, es una propuesta espiritual que invita al espectador a realizar un viaje interior, a confrontar su fe y a redescubrir el sentido de la vida.
El documental “Solo Javier” se estrenará el 13 de noviembre de 2025 en México y promete convertirse en un testimonio luminoso para quienes buscan reencontrarse con la fe y con el amor radical de Cristo. No te lo puedes perder.
Javier Sartorius, explicó Jordi, nació en una familia de buena posición económica en Madrid, España. De hecho pertenecía a una de las familias más distinguidas de la aristocracia española, pues era hijo de Mauricio Sartorius y Álvarez de las Asturias Bohorques, V Vizconde de Priego, y Myriam Milans del Bosch y Huelin.
Bosch subrayó que Javier creció rodeado de comodidades, con una educación de calidad y una formación católica superficial, pero en un momento dado su papá, decidido a que sus hijos fueran hombres preparados, los envió a Dallas, Estados Unidos, a estudiar Administración de Empresas.
Allí, Javier destacó como deportista de alto rendimiento, llegando a ganar el campeonato nacional universitario de tenis-pádel, sin embargo, ese éxito deportivo no llenó el vacío de su corazón. A pesar de los logros, las fiestas y una vida acomodada, empezó a cuestionarse el sentido de la felicidad y de la existencia.
Al estar en Los Ángeles, California, tuvo contacto con personas en situación de calle, lo cual fue decisivo y marcó el rumbo que tomaría su vida: descubrió en ellos una alegría que él no encontraba. Esa experiencia lo llevó a buscar respuestas espirituales primero en el misticismo oriental y en prácticas como la meditación trascendental y el movimiento Hare Krishna.
Pero su búsqueda, recordó Jordi Bosch, encontró su sentido definitivo en Cristo. Así, en 1989, a los 26 años, Javier decidió dejarlo todo y partir como misionero laico a Perú con la comunidad de los Misioneros Siervos de los Pobres, donde trabajó en comedores infantiles y visitó cárceles llevando alimentos y consuelo a los presos.
“Durante ese tiempo, su acercamiento a la fe católica se profundizó. A través de los sacramentos, la Eucaristía y la adoración, experimentó una conversión radical que lo llevó a ingresar al Seminario Mayor de Toledo para estudiar Filosofía y Teología. Sin embargo, comprendió que su camino no era el sacerdocio, sino una vida de entrega total a Dios desde el silencio y la contemplación”, señaló.
Guiado por el deseo de imitar a San Francisco de Asís, en un principio pretendió vivir en una cueva, pero después, siguiendo el consejo de varias personas eligió hacerlo como eremita en el Santuario de Nuestra Señora de Lord, ubicado en las montañas del Prepirineo catalán, donde llevó una vida contemplativa y se dedicó 14 años a la oración, al estudio de la Sagrada Escritura y al trabajo manual. Allí abrazó la pobreza, la humildad y la obediencia como caminos hacia la santidad.
Posteriormente, se trasladó al Monasterio Cisterciense de San Miguel de Dueñas, donde vivió los últimos días de su enfermedad y falleció en 2006 de un repentino ataque al corazón poco antes de recibir el Sacramento del Orden Sacerdotal, dejando tras de sí un testimonio de alegría, radicalidad y amor absoluto a Dios.
Javier Sartorius pasó de ser un joven “niño fresa”, habituado al lujo, a descubrir en el servicio a los más necesitados la verdadera riqueza del alma. “Su encuentro con los pobres fue el punto de inflexión”, recuerda Jordi Bosch. “Fue ahí donde se dio cuenta de que la felicidad no estaba en el éxito, sino en el amor y la entrega”.
“El viaje espiritual y la transformación de Javier Sartorius fueron impulsados por varios factores. Inicialmente, a pesar de tener una vida disoluta de fiestas y excesos, una relación con personas sin hogar (homeless) le generó una pregunta sobre la vida: cómo es que ellos no tenían nada y algunos eran muy felices, mientras él tenía todo y nada cumplía el deseo de felicidad de su corazón y este contacto con los pobres le lleva a ver un mundo distinto y le lleva a hacer un recorrido interior”, un camino interior”. dijo.
La historia de Javier, continúa el presidente de la Asociación, refleja el itinerario de una conversión profunda, comparable a la de San Agustín: “un camino desde la búsqueda interior hasta el encuentro con la Verdad que es Cristo”.
Durante la charla telefónica Jordi Bosch resume el itinerario espiritual de Javier en seis palabras: humildad, obediencia, autoridad, inocencia, alegría y radicalidad.
“Fue un joven que vivió con radicalidad su fe. Entendió que la verdadera autoridad es la que suscita lo mejor de cada uno, y obedeció con un corazón humilde”, afirmó y una muestra clara de ello es que “vivió su enfermedad con serenidad, aceptándola como cruz redentora y ofreciendo su sufrimiento por los demás”.
Aproximadamente 10 años después de la muerte de Javier Sartorius, en 2016 el rector del seminario donde estudió escribió al obispo de su diócesis sugiriendo que su vida merecía una revisión por las virtudes heroicas que mostró durante su vida. Debido a que en ese entonces no existía suficiente fama de santidad, la Asociación Javier Sartorius decidió darlo a conocer para que su testimonio llegara al pueblo de Dios.
Así nació “Solo Javier”, una película producida por la joven compañía Adauje, que para llevar a cabo la producción de este importante proyecto debía de cumplir con tres condiciones esenciales: talento, juventud y fe.
Este proyecto para dar a conocer la labor del joven de origen español también incluye la edición del libro “Solo Javier. La historia de Javier Sartorius Milán del Bosch”, que profundiza en su espiritualidad y busca allanar el camino hacia la posible apertura de su causa de canonización.
Al hablar sobre el objetivo que se persigue con el filme, Jordi explicó que podrían haber realizado una película sólo para católicos practicantes, pero “la hicimos pensando en los alejados de la Iglesia, en quienes se preguntan por el sentido de la vida y buscan una respuesta”.
Hasta ahora, la cinta ha sido vista por más de 25 mil personas en España, y ha generado —según sus realizadores— profundos procesos de reflexión e incluso conversiones en personas que se encontraban alejadas de la Iglesia.
“Nosotros podíamos hacer una película pensando en la gente que es muy católica, que ya está acomodada a su condición de católica y que siente cómoda. Pero hicimos una película o un documental pensando en que un testimonio de vida puede servir también para que los alejados de la iglesia se hagan preguntas sobre la existencia y puedan encontrar una respuesta en el ejemplo de Javier.
“‘Solo Javier’ es una invitación a que la gente se pregunte sobre el sentido de la existencia. Evidentemente, la película destaca la sacramentalidad, confesión, comunión, adoración, etcétera. Pero la pregunta sirve para cualquier hombre de hoy”, aseveró.
Hay una pregunta guía todo el documental: “Si te quedara una semana de vida, ¿qué harías?”
Esa pregunta universal interpela a todos, creyentes o no, aseguró el presidente de la Fundación. “Como recordaba Javier con frecuencia, citando el Salmo 23: ‘El Señor es mi pastor, nada me falta’”.
“Solo Javier” no es únicamente un retrato de un joven creyente, sino una invitación a realizar un viaje interior, un camino de re-descubrimiento espiritual a través de la belleza, la verdad y la bondad.
“Queremos que la gente salga del cine conmovida, haciéndose preguntas sobre su propia vida. Javier fue un Agustín de nuestro tiempo, un joven que lo tuvo todo y descubrió que la verdadera felicidad solo se encuentra en Dios”, puntualizó Jordi Bosch.
Película: Solo Javier
Duración: 1 hora 36 minutos
Género: Documental, drama, biográfico, religión
Año de estreno: 2025
Guion: Josepmaria Anglès
Director: Josepmaria Anglès.
Protagonista: Tomás Farell y Colin Reeves.
Compañías: Adauge Productions.
País de origen: España.
Sinopsis: Javier Sartorius Milans del Bosch provenía de la aristocracia madrileña. Era joven, guapo, carismático y tenía una prometedora carrera como tenista por delante. Sin embargo, viviendo una vida de éxitos en Estados Unidos, empezó a sentir un profundo vacío existencial. Buscando respuestas, lo dejó todo y emprendió un camino sin retorno en busca del sentido de su vida.
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