Mensajes de la película de san José Sánchez del Río 'Mirando el Cielo
La película de san José Sánchez del Río Mirando el Cielo cuenta la historia de este santo que mantuvo su fe hasta el momento de su muerte diciendo “Viva Cristo Rey”.
José Sánchez del Río tenía 14 años cuando fue torturado y asesinado por oficiales del gobierno mexicano la noche del 10 de febrero de 1928.
¿Su delito? Pelear en defensa de la fe en tiempos en los que manifestar el amor por Cristo era un delito perseguido por el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles, y particularmente en el bajío mexicano, donde vivía José.
Con el paso de los años, la vida y la fe de san José Sánchez del Río se volvieron una inspiración e impulsaron su devoción, que finalmente el Papa Francisco tomó en cuenta para llevarlo a las altares en 2016, siendo uno de los santos mexicanos más conocidos.
La película Mirando al cielo cuenta los últimos meses en la vida de José Sánchez del Río, y particularmente cómo vive sus últimas horas.
El drama de 120 minutos está protagonizado por el joven actor Julián Fidalgo, bajo la dirección de Antonio Peláez y la producción de Mediaquest.
Aunque José Sánchez del Río vivió y murió en Sahuayo, Michoacán, la película Mirando al Cielo fue filmada en los bellos paisajes de San Miguel el Alto, Arandas, en el Museo del ferrocarril en Aguascalientes, y la Hacienda La Providencia, en Guadalajara, pues Sahuayo ya no conserva la ambientación de los tiempos del santo mexicano.
“Viva Cristo Rey” es una de las frases más populares en las fiestas religiosas, pero en los años veinte era el grito que rompía el silencio que muchas personas ahogaban en sus gargantas.
José Sánchez del Río murió repitiendo una y otra vez la frase “Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe”, y con ello, un niño de 14 años dio testimonio de que no debe existir nada más grande que el amor a Dios.
En medio de una guerra que, aseguran los protagonistas de la película, “no tiene razón” y que “nadie entiende”, un niño decide involucrarse en el conflicto armado. Sin embargo se niega a usar una pistola, y decide usar otra arma más poderosa: un rosario.
Esta película basada en su testimonio deja una serie de lecciones relevantes como:
A continuación presentamos una explicación de los mensajes de la película Mirando al Cielo
Mirando al cielo destaca la relevancia de los valores en la familia, y particularmente el respeto hacia los padres, a través del testimonio de José, y sus hermanos Macario y Miguel, que deciden tomar las armas para defender su fe en la llamada Guerra Cristera. La familia Sánchez del Río es una familia en la que las decisiones más difíciles se toman poniendo en el centro a Dios, pero siempre con la bendición de los padres, un requisito indispensable para Joselito y que obtiene después de una irrefutable frase: “Nunca como ahora había sido tan facil ganarse el cielo”, y “Para luchar por Cristo no hay edad”. Ya con sus hijos en la guerra, los padres reflexionan: “Toda la vida hemos cuidado a nuestros hijos para Dios. Ahora le pedimos a Dios que nos cuide a nuestros hijos para nosotros”.
La fe se heredaba de los padres a los hijos y se compartía no solo entre la familia, también entre amigos. La cinta muestra a José y a sus amigos afligidos por la persecución hacia los católicos, pero sin miedo a mostrar su amor por Dios, incluso su grito para despedirse e irse a sus casas era compartido: “Viva Cirsto Rey”. Cuando José ya estaba preso, un soldado se muestra sorprendido por su fe y le sugiere que diga “de a mentiritas” que no cree en Dios para salvar su vida, a lo que el niño de 14 años responde: “No puedo traicionar a Jesucristo aunque sea de mentiritas… Yo tendría miedo miedo de vivir sin Él pero no de morir con Él”.
José es capturado junto a un amigo suyo, que luce temeroso de morir, ante ello, José le dice: “No tengas miedo. Ninguna de las muertes se compara con lo que te está esperando en el cielo”.Y el pequeño de 14 años tiene un argumento imposible de rebatir. Ante quienes piensan que los ideales son terrenales y materiales, él menciona: “Mi ideal es llegar al cielo y mi razón es Cristo”.
José Sánchez del Río sabe que está próximo a ser asesinado por sus captores cuando pide un último favor: que le permitan enviar una carta a su tía María, a quien le pide que vaya a verlo junto a Magdalena.La carta tenía un doble propósito, pues aunque aparentaba que el niño quería ver a su tía, la verdad es que veladamente estaba pidiendo que le impartieran el sacramento de la comunión, pues Magdalena era Ministro de la Sagrada Comunión.“La próxima vez que nos veamos, Tú serás quien me reciba a mí”, dice Joselito tras recibir la Eucaristía.
Mirando al cielo no solo muestra la fe y el amor de un niño por su familia, su fe y por Cristo. También muestra a un niño capaz de perdonar, incluso a quienes le han torturado.“Te perdono”, es una de las últimas frases que José Sánchez del Río le dice a sus verdugos, quienes se burlan de su fe, mientras le lastiman con saña, acuchillándole y desollándole los pies.Por si fuera poco, el autor intelectual de su asesinato fue su propio padrino de Primera Comunión, Rafael Picazo, quien encabezaba a un grupo de perseguidores de católicos. Picazo cae herido unos años después, razón por la que un sacerdote acude a verle para confesarlo. Al enterarse de esto, la mamá de Joselito afirma:
“Si Dios ya te perdono, yo también te perdono Rafael”.
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