Este 4 de octubre arrancará en México el Festival Internacional de Cine Católico 2019, con la proyección, en más de 80 salas de cine de toda la República, de la película Ignacio de Loyola, personaje que fue representado magistralmente por el actor español Andreas Muñoz, quien, en entrevista para Desde la fe, habla sobre lo que le dejó el haber protagonizado esta cinta que ha recorrido el mundo desde el año 2016.
Andreas explica que cuando aceptó interpretar la vida del santo, lo primero que se preguntó es cómo se comporta un santo; y enseguida sintió que tenía una gran responsabilidad sobre sus hombros.
“Pero entonces, junto con el director, Paolo Dy, comenzamos a ‘desmigajarlo’, y nos dimos cuenta de que lo que debíamos hacer era humanizar al personaje, darle a Iñigo –como en realidad se llamaba san Ignacio de Loyola– su categoría de pecador, porque eso fue, un pecador, hasta el momento en que tomó conciencia de que algo estaba haciendo mal, y experimentó una gran conversión que lo hizo entregar su vida a los más favorecidos”, platica.
Como en todos los papeles que ha interpretado, para representar el de san Ignacio, Andreas Muñoz estudió a cabalidad al personaje; pero en este caso se dio cuenta de que se trataba de un papel en el que había que juntar el fuego con el agua, pues Íñigo era, por principio de cuentas, un hombre que pertenecía a la nobleza, un soldado ambicioso, líder, ególatra y bastante “cabezón” -dice- al que había que darle matices de fuego.
“Pero al convertirse a Cristo (tras la pérdida de una pierna en batalla), adquiere tonos de agua: sale a caminar despojado de todo, incluyendo su ropaje; se vuelve un peregrino, un hombre que escucha la vida, que descubre su interior, que muere de hambre por dar su comida a enfermos y desfavorecidos. Entonces, para llevar lo mejor posible al público esta combinación de fuego y agua, hubo que hilar muy fino, ir transmitiendo con cuidado la manera en que se iba sintiendo el santo”.
Ante todo, san Ignacio de Loyola era un hombre de decisiones firmes, como firme se considera Andreas Muñoz en cada objetivo que se plantea; sin embargo, el meterse a profundidad en la figura del santo le dejó una enseñanza muy importante: “La capacidad de escuchar, de tener calma y manejar situaciones de la vida para alcanzar los objetivos; no solamente decir ‘quiero esto, y lo quiero ya’, lo cual es muy difícil en un mundo como el actual, en el que no hay tiempo para pensar y todo se hace a velocidad”.
Finalmente, Andreas Muñoz invitó a toda la Iglesia capitalina a acudir a las más de 80 salas de Cinemex en que se presentará Ignacio de Loyola. “Durante la primera semana la asistencia es muy importante para que el filme se siga presentando en muchas otras fechas; espero que corran a los cines, que les guste la película; está hecha con mucho amor, con mucho cariño de parte del equipo y de parte mía”.
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