P. Sergio Román
Durante la Cuaresma hemos usado el color morado para indicar un camino de conversión y penitencia; no hemos cantado el Gloria ni hemos usado flores ni adornos por la austeridad propia del tiempo; pero ahora, de pronto, la liturgia del día nos propone el color blanco para los ornamentos, la abundancia de flores, el canto solemne del Gloria y el repique de campanas. ¿Qué está pasando? ¡Es que estamos de fiesta!, el Jueves Santo es la fiesta de la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio Ministerial.
Día del Sacerdote
El Jueves Santo se celebra el “Día del sacerdote”, que instituyó Jesús al decirle a los apóstoles, “hagan esto en memoria mía” (1Co. 11, 25b), después de haber celebrado la primer Misa en la Última Cena.
La Misa Crismal
En este día está prohibido celebrar la Misa por la mañana. La única celebración permitida es la que realiza el Obispo en unión con todos sus sacerdotes (presbiterio) y el Pueblo de Dios. En esta celebración los presbíteros renuevan sus promesas hechas el día de su ordenación y muestran su profunda unión con el Obispo, Cabeza y Pastor de la Iglesia.
Los Santos Óleos
Durante esta solemne celebración el Obispo consagra los Santos Óleos para significar que de Cristo -muerto y resucitado- han brotado los sacramentos de la Iglesia, que dan la vida y la salvación al pueblo redimido por su sangre. Los Santos Óleos los ha heredado la Iglesia Católica del Antiguo Testamento, en donde vemos cómo Dios pide que se unja con óleo a quienes Él ha elegido y enviado a ejercer un ministerio al servicio del pueblo santo. Son signo del Espíritu Santo derramado sobre la persona para capacitarla a realizar su misión.
Óleo de los enfermos. Sirve para ungir a los enfermos en peligro de muerte, fortaleciéndolos para luchar por su salud, recobrarla, si es conveniente, y regresar a los acostumbrados deberes. La Unción de los Enfermos es un sacramento que sólo pueden administrar el Obispo y los presbíteros.
Óleo de los catecúmenos. Catecúmeno es aquella persona que ha solicitado ser admitida en la Iglesia Católica mediante el Bautismo. En la ceremonia bautismal se unge (en el pecho) al catecúmeno para significar la fuerza de Dios necesaria para ser un buen cristiano.
Santo Crisma. En el Bautismo recibimos la unción con el Santo Crisma (en la frente) que nos configura con Cristo; también se usa en la Confirmación para trasmitir el Espíritu Santo, y en la ordenación sacerdotal y episcopal para indicar una potestad y una consagración.
IMPORTANTE
Después de la Misa Crismal, los sacerdotes recogen los Santos Óleos para llevarlos a sus parroquias. Para resaltar la importancia de estos, algunos párrocos de los templos cercanos a la Catedral los llevan en procesión con sus fieles; otros organizan la entrega solemne durante la Misa de la tarde. En las iglesias, los Santos Óleos se guardan en un lugar digno, y, si es posible, están expuestos a la veneración del pueblo. Como cada año, se invita a todos los sacerdotes a que realicen una digna celebración en sus parroquias para recibir los Santos Óleos.
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