Carlos Villa Roiz
En la Colonia del Valle de la Ciudad de México, donde algunos edificios se vinieron abajo con los sismos y otros resultaron dañados, existen dos templos que atienden los religiosos claretianos: la Parroquia del Purísimo Corazón de María, donde prestan sus servicios 4 sacerdotes, y San Antonio María Claret, donde hay tres más.
Poco después de que se presentó la emergencia por los sismos, estos religiosos habilitaron centros de acopio teniendo como base el Dispensario San José del Valle, donde hay varias especialidades médicas, incluso cardiólogo y dentista.
Este Dispensario se encuentra en Nicolás San Juan 616, y entre otras donaciones a las personas afectadas, han entregado el equivalente a 70 mil pesos de agua embotellada, además de víveres que han entregado los vecinos. En este centro de acopio trabajan diez voluntarios, pero en estos días han acudido otros treinta.
Desde hace varios años, estos sacerdotes prestan servicio espiritual a los pacientes del Hospital del IMSS número 32, ubicado en la calle Gabriel Mancera, y el Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE. Estos días, han reforzado sus visitas.
Sus actividades pastorales las realizan con el apoyo de varias comunidades religiosas que existen en la zona: las Maestras Católicas del Sagrado Corazón, que de momento fueron desalojadas de su convento por estar próximo a un edificio que se derrumbó en la calle Gabriel Mancera; las Misioneras Inesianas fundadas por la beta mexicana María Inés Teresa Arias, y las Carmelitas de Santa Teresa.
Los padres claretianos tienen la preocupación de que al paso de los días, las personas damnificadas dejen de recibir ayuda, como generalmente ocurre, por lo que están visualizando un programa de apoyo a partir del mes de noviembre, para lo cual, están solicitando donantes de productos enlatados como frijol, atún o sardinas, mayonesa y otros alimentos que sean fáciles de preparar.
De momento, han canalizado la ayuda que vienen recolectando a comunidades de Morelos, entre ellas: Ocuituco, Valle de Vázquez, Chimalacatlán, así como a Xochimilco, al Centro Universitario México, CUM, que atienden los Hermanos Maristas y que se encuentra a dos cuadras de distancia.
Los padres claretianos también han acudido a las zonas de derrumbes, donde ha habido personas heridas y muertas, y han dado atención religiosa a quienes lo solicitan, pero además, han rezado por las personas fallecidas o no rescatadas. También están brindando servicio de escucha y psicológico, aunque explican que en algunas zonas les fue difícil acceder porque personal de Protección Civil exige normas de seguridad, como el uso de casco y botas.
En todas las Misas se está pidiendo por las personas fallecidas y por los damnificados, y realizan Horas Santas en las que colocan las fotografías de algunos vecinos que fallecieron.
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