La de la Catedral Metropolitana de México es una ofrenda de muertos muy peculiar, donde no bastan las flores de cempasúchil, las veladoras, el papel picado, las imágenes, los ataúdes y demás elementos tradicionales para darle vida. Aquí las protagonistas son un grupo de calaveritas que cada año se ‘esfuerzan’ por evangelizar a los fieles y turistas mediante temáticas y coloridos escenarios.
Si bien esta ofrenda “no es el punto de partida o de llegada a la Catedral de México, sino sólo una expresión cultural que ofrece el recinto durante esta época” como explica el P. Ricardo Valenzuela, Sacristán Mayor, desde hace cuatro años se ha convertido en un atractivo turístico-religioso, gracias a la creatividad de la decoradora Isabel Aguilar Oros, quien se encarga de la elaboración y montaje.
En 2015, el tema de la ofrenda de muertos fue un cortejo fúnebre; en 2016, hizo referencia a los 490 años de la primera boda católica en territorio mexicano; el año pasado se escenificaron tres momentos clave del Acontecimiento Guadalupano y este año el tema será la familia, “a propósito de la importancia que el Papa Francisco le ha dado a esta institución”, señala el P. Ricardo.
El sacerdote explica que la Catedral de México ha buscado mantener esta tradición con elementos que de alguna manera reflejan lo que pasa en el recinto, pero lo importante dice– es que este tipo de expresiones le recuerden a la gente que, “así como nacimos, morimos”; la ofrenda se debe enmarcar “en el gran proceso de la vida, y éste es un proyecto que vale la pena recuperar”.
La artista detrás del montaje Isabel Aguilar Oros es decoradora por el Instituto Alfer. Hace tres años el Deán de la iglesia catedral, el P. Francisco René Espinosa, le pidió que elaborara la ofrenda de muertos. Se dio a la tarea entonces a fabricar las calaveras de unos 60 centímetros de alto con alambre y papel maché. Cada año, estas mismas figuras que han sido admiradas por miles de turistas– se retocan, y se les confecciona nuevo vestuario.
Detrás de la ofrenda hay una gran cantidad de papel, telas, pintura, listones, flores, pero sobre todo, semanas de trabajo y mucha creatividad. “Lascalaveras son moldeables, pueden cambiar la posición de sus manos y brazos, y de esta manera, cada año se pueden modificar según el tema elegido”, explica la artista.
En esta ocasión, la ofrenda de muertos se podrá apreciar en la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores, una de las más antiguas de la Catedral, a partir del 28 de octubre y hasta el 4 de noviembre.
“Como dijo el P. Ricardo Valenzuela finaliza Isabel Aguilar Oros en esta ocasión tendrá como temática ‘La familia, como el lugar privilegiado para transmitir la fe’. Algo muy importante para el Papa Francisco y para la Iglesia”.
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