El décimo brote de Ébola en la República Democrática del Congo se declaró el 1 de agosto en la provincia de Kivu Norte, en la parte noreste del país. Hasta el momento, las autoridades de salud han reportado 74 casos y 34 muertes.
Formación para prevenir
Durante la primera semana de intervención, los equipos sanitarios de Médicos Sin Fronteras (MSF), coordinados con el Ministerio de Salud, establecieron una unidad de tratamiento en la ciudad de Mangina, el epicentro del brote, con 30 camas en las tiendas de aislamiento. Asimismo, se instaló una segunda unidad de aislamiento en Beni, una ciudad de 400.000 habitantes, que está a 45 minutos de viaje.
Por otra parte, el personal de la organización está ofreciendo capacitación en cuestión de prevención y control de infecciones a los centros de salud de los alrededores: uno de los elementos clave de la respuesta es asegurarse de que el resto del sistema de salud siga funcionando, a fin de preservar la continuidad de la atención para los demás pacientes.
Limitar la propagación
“Tenemos que enfrentarnos varios retos”, asegura Gwenola Seroux, responsable de emergencias de MSF, en declaraciones al departamento de comunicación de la organización.
“El primero es limitar la propagación de la epidemia, y para lograrlo es necesario proteger del virus a los trabajadores sanitarios y las instalaciones de salud. Las vacunaciones que el Ministerio de Salud está comenzando a realizar, son otra parte crítica de este esfuerzo”.
Los demás proyectos de MSF en la región han elevado su nivel de alerta y han puesto en marcha procedimientos para salvaguardar las actividades existentes del riesgo de contaminación; entre estas actividades se incluyen proyectos de MSF que brindan atención a pacientes pediátricos, pacientes con desnutrición y a supervivientes de violencia sexual en Lubero y Bambu-Kiribizi, y en el hospital en Rutshuru.
Alrededor de 800 contactos de pacientes con Ébola ya han sido identificados por las autoridades de salud y están siendo monitorizados para controlar cualquier síntoma temprano de la enfermedad.
Ébola: un virus en zona de conflicto
Hay más desafíos debido al contexto: la región donde se ha presentado el brote se ha caracterizado durante mucho tiempo por la violencia constante.
“Es la primera vez que realizamos una respuesta a un brote de Ébola en un área de conflicto”, afirma Gwenola Seroux. “Esto hará que la respuesta sea aún más difícil, especialmente a la hora de limitar la propagación de la enfermedad en áreas de difícil acceso. Nuestra capacidad para avanzar en el terreno será limitada”.
La zona también se encuentra muy cerca de la frontera con Uganda, y las autoridades de Kampala han pedido que sus ciudadanos estén en alerta máxima. Nuestros equipos en el lado ugandés de la frontera han sido igualmente reactivos, y están colaborando con las autoridades en caso de que se requiera una intervención en el país.
Si bien el origen del brote podría remontarse a mayo, parece no tener relación con el brote anterior que afectó a la región cercana al Ecuador y se declaró a fines del mes de julio.
El feminismo, una corriente filosófica y social que busca la igualdad de derechos y oportunidades…
“Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de…
El 29 de diciembre iniciaremos el Año Jubilar 2025 en las diócesis del mundo, con…
Lo que empezó en los años 20 del siglo pasado como una causa homicida, al…
‘¡Viva Cristo Rey!’ Hagamos nuestra esta frase, no como grito de guerra, sino como expresión…
El Vaticano publicó la segunda edición del libro litúrgico que contiene las instrucciones relacionadas con…
Esta web usa cookies.