El Patriarca caldeo, Louis Raphael Sako, ha advertido de la posibilidad de una nueva guerra en el norte de Irak por la intención de los kurdos de independizarse de Bagad.
Mientras se acerca la fecha del 25 de septiembre, día del referéndum propuesto por el gobierno de la región autónoma del Kurdistán iraquí para determinar su independencia de Bagdad, desde las comunidades cristianas locales llegan señales contradictorias sobre la consulta, algo que atrae la atención y también la preocupación de los observadores internacionales.
En los últimos días, una reunión de 1500 personas en Ankawa, el suburbio de Erbil habitado en gran parte por cristianos, fue presentada por los medios locales como una señal del apoyo ofrecido por los cristianos locales al referéndumindependiente kurdo. En la reunión, celebrada en la Sala de la Fundación Babilonia, estaban presentes representantes de siglas políticas y organizaciones sociales y las intervenciones de los oradores exaltaron la contribución que los cristianos podían aportar a la construcción del nuevo Kurdistán Independiente.
En el pueblo cristiano de Tesqopa, a unos 30 kilómetros de Mosul, se ha organizado otro evento similar a favor del referéndum, con la intención de expresar su apoyo a la independencia del Kurdistán por parte de las comunidades cristianas locales y las minorías de los yazidis y de los Shaback. Pero en realidad queda por ver si estas manifestaciones realmente representan el sentimiento más difundido entre los cristianos de esa región, o si son más bien el resultado de iniciativas de pequeños grupos coordinadas a través de la propaganda establecida por el gobierno de la Región Autónoma de Kurdistán para del referéndum independiente.
La ciudad de Tesqopa, teatro de la reciente manifestación pro-referéndum, está en manos de la milicia kurda Peshmerga, que dirige el gobierno regional de Erbil. Fuentes relacionadas con la Unión Patriótica de Kurdistán han informado de que un contingente de 12.000 soldados kurdos Peshmerga está presente en la región de la Llanura de Nínive, oficialmente para mantener el orden y prevenir iniciativas unilaterales de muchas milicias «cristianas» en la zona, como las brigadas babilónicas, que en el pasado reciente habían expresado estar en contra del referéndum independentista.
La concentración de las milicias Peshmerga en las zonas adyacentes a Mosul es uno de los factores que contribuyen a acreditar a quienes temen una posible degeneración de las tensiones entre el gobierno regional de Kurdistán y el gobierno iraquí. Los líderes políticos en Bagdad también han señalado que no aceptarán la creación de un estado kurdo en el norte de Iraq a través de un referéndum proclamado de forma unilateral por el gobierno regional. El martes 12 de septiembre, el parlamento de Bagdad votó a favor de declarar oficialmente injustificado e ilegal el referéndum del 25 de septiembre. Turquía e Irán también han hecho saber que la consulta del referéndum podría tener efectos graves y desestabilizadoresen toda la zona.
En este contexto, el Patriarca caldeo Louis Raphael Sako ha expresado su preocupació en una declaración que tiene el valor de un llamamiento al gobierno central iraquí y al gobierno regional de Kurdistán para que reanuden el diálogo con coraje. La escena política iraquí, tras la caída del régimen de Saddam, señala el llamamiento patriarcal recibido en la Agencia Fides, estuvo dominada por tácticas, por la defensa de intereses partidistas y por la carrera por adquirir o defender sus posiciones. En esta degradación progresiva del tejido político nacional, también se enmarca la historia del referéndum independentista del 25 de septiembre.
En este sentido, la Iglesia caldea denuncia el riesgo de una escalada de tensión: «algunos», se señala en el llamamiento del Patriarca Sako, «ya han comenzado a tocar los tambores de guerra: si hubiera – Dios no lo quiera – un nuevo conflicto militar, en estas condiciones sociales y económicas fragmentadas las consecuencias serían desastrosas para todos, y las minorías como siempre, estarían destinadas a ser las que más lo sufran». Después del sufrimiento sufrido durante la ocupación yihadista de Mosul y las áreas del norte de Iraq, «todos deben ser conscientes de la gravedad de la situación y apresurarse a apoyar la reconciliación nacional y la paz antes de que sea demasiado tarde».
En situaciones como ésta – recuerda el Comunicado Patriarcal – se reconoce el perfil del sabio que hace prevalecer la voz de la moderación, consciente de que «la guerra nunca es una herramienta de solución de problemas». En cuanto al futuro de las comunidades cristianas y sus variadas visiones del referéndum, el patriarca caldeo señala que «los cristianos no somos capaces de afirmar nuestros derechos ni con los organismos centrales ni con los regionales, en parte debido a que las facciones políticas y las milicias que dicen ser cristianas están realmente lejos de las preocupaciones reales de las comunidades cristianas locales, y si se abriera otro enfrentamiento armado en la región, esto ciertamente reduciría aún más la presencia cristiana en esas áreas»
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