El 11 de noviembre miles de personas participaron en Guadalajara, Jalisco, de la procesión y cabalgata en desagravio a las ofensas perpetradas contra la Virgen de Guadalupe por la instalación de una escultura blasfema que representa una fusión entre la Madre de Dios y una diosa azteca.
En una transmisión en vivo realizada desde su cuenta de Facebook, el actor Eduardo Verástegui, expresó: “Aquí estamos, defendiendo a nuestra Morena (como le dicen los mexicanos a la Virgen de Guadalupe). Le pedimos una vez más al gobierno municipal que retire la escultura perversa, ‘Sincretismo’”.
Verástegui se refiere a la polémica imagen instalada el 13 de agosto de este año por el Gobierno Municipal de Guadalajara que representa una fusión entre la diosa azteca Coatlicue y la Virgen de Guadalupe como parte del programa “Arte Público Guadalajara”.
Coatlicue era considerada por los aztecas como la deidad de la vida y la muerte. En la obra “Sincretismo”, elaborada por el artista Ismael Vargas, es representada con una falda de serpientes, con garras en las manos y los pies y su rostro son dos cabezas de serpiente. También lleva un collar elaborado con cráneos, manos y corazones humanos.
El acto de desagravio fue convocado por las asociaciones México Guadalupano y la Guardia Nacional Cristera.
Según informaron los medios mexicanos, en el evento que comenzó en la Parroquia Santísima Trinidad, asistieron a la manifestación más de dos mil personas, entre las cuales se encontraban 40 jinetes.
En la procesión de desagravio, los fieles llevaron en una camioneta una imagen de la Virgen de Guadalupe decorada con rosas de colores, imágenes marianas y varios carteles con mensajes dirigidos al Gobierno Municipal de Guadalajara para que retire la imagen.
Esta no es la primera manifestación en contra de la escultura “Sincretismo”. El 26 de agosto y el 7 de octubre miles de personas salieron a marchar para pedir al gobierno municipal que retirara la escultura. En ambas ocasiones, los fieles rezaron para pedir perdón por la ofensa a la Madre de Dios.
En el mes de octubre, el Arzobispo Emérito de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, indicó que la instalación de la escultura “Sincretismo” es “un pecado, es una blasfemia, una blasfemia en unas láminas, ofendiendo lo más sagrado que tenemos los mexicanos a nuestra Santísima, la Virgen de Guadalupe”.
La plataforma CitizenGo lanzó una campaña de recolección de firmas dirigida al Presidente Municipal de Guadalajara, Enrique Alfaro, para pedirle que retire la imagen.
“Consideramos que esta obra de sincretismo que une a la diosa de la muerte azteca y la Virgen de Guadalupe es una provocación a los católicos, además del elevado costo de más de 5 millones de pesos (más de 260 mil dólares) y no lo podemos permitir”, dice la petición.
Eduardo Verástegui expresó al respecto que “no se vale utilizar dinero, fondos del presupuesto público para ofender a alguien, en este caso a la religión católica” y que “vamos a buscar todos los medios para que no se le falte el respeto a la Virgen de Guadalupe”.
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