DLF Redacción
Hay quienes aseguran que fray Bernardino de Sahagún fue el primero que comenzó a hacer traducciones de textos bíblicos a lenguas indígenas; sin embargo, ésta es sólo una hipótesis, e incluso, es muy probable que no haya sido así. “Las circunstancias de aquella época regulada por el Santo Oficio hacen difícil conocer en nuestros días los intentos de estas traducciones bíblicas, toda vez que cada texto del mismo Sahagún era sometido a rigurosas revisiones en España”, explica en entrevista el padre Estanislao Vega González, Biblista, Catedrático de la Universidad Católica Lumen Gentium y Padre Espiritual adjunto en el Seminario Conciliar de México.
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El sacerdote reconoce que traducir la Biblia a cualquier lengua, incluidas las indígenas, es un trabajo que requiere de los involucrados una especialización lingüística. “Cuando se transcribe a una lengua indígena, se tiene que considerar la cultura del pueblo para que las expresiones que hay en la Biblia puedan ser entendidas correctamente. No sólo se trata de una cuestión lingüística, sino también aborda la cuestión cultural, bagaje y contexto educativo del pueblo”, explica Vega González.
Durante años, la Conferencia del Episcopado Mexicano ha trabajado en un proyecto de traducción de la liturgia al náhuatl, mientras que en Chiapas, la Iglesia hace grandes esfuerzos para traducir las Sagradas Escrituras al tseltal y tsotsil, una labor que se realiza con la participación de las propias comunidades indígenas. Se espera que en su momento este esfuerzo se vea coronado con la aprobación de la CEM y de Roma.
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Biblias antiguas
El Seminario Conciliar de México posee una de las bibliotecas más completas de México; su riqueza histórica y documental se encuentra en libros de ediciones muy antiguas, entre los que destacan varios ejemplares de la Biblia. Entre ellas:
La Biblia de Gutenberg
Biblia impresa a mediados del siglo XV, es idéntica a la edición manuscrita monástica de la Biblia Vulgata, conserva los caracteres góticos, las miniaturas, y no posee una portada formal; está coloreada a mano.
Biblia Regia
Patrocinada por el Rey Felipe II de España; su impresión se llevó a cabo entre los años 1568 y 1572. Como su nombre lo indica, fue publicada en Amberes por Cristóbal Plantin. Está redactada en hebreo, arameo, latín y sacro.
Comentario bíblico
De Alphonsi Tostati, fue publicada en 1596 y editada en Venecia. El libro contiene marcas tipográficas en la portada y el colofón. El texto es a dos columnas y la portada es a dos tintas.
Biblia Máxima
Editada en París por Jean de la Haye y publicada en 1660; este ejemplar fue encuadernado en piel y el lomo lleva el título grabado. La portada está grabada a dos tintas.
Anotaciones
De Guillelmus Estius, un destacado teólogo del siglo XVII. Este libro fue editado en París y publicado en 1684. Su encuadernación es en piel y también la portada está a dos tintas.
Con información de Blanca Aguilar, experta en libros antiguos del Seminario Conciliar de México.
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