Cruz Azul toca el cielo, y agradece a Dios y a la Virgen

Vladimir Alcántara

Tras imponerse por dos goles a cero a los “Rayados” del Monterrey en la Sultana del Norte, el equipo de la “Máquina cementera” enfiló al centro del campo para elevar una oración de agradecimiento a Dios y a la Virgen, dirigida por Ricardo Peláez, Director Deportivo de la institución, y pieza clave para que el Cruz Azul pudiera alcanzar este miércoles su tetracampeonato en el Torneo de Copa.

El Cruz Azul, que durante los primeros 30 minutos había dado una demostración futbolística para el olvido, tuvo su primera llegada de peligro al minuto 33, y en ella cayó el primer tanto del equipo con un zapatazo de derecha de Elías Hernández, quien aprovechó el pésimo rechace del guardameta rayado Juan Pablo Carrizo.

La escuadra capitalina acrecentó la irreversible ventaja al minuto 52, como resultado de una jugada vertical de unos cuantos, pero bien calculados toques, que terminó con el esférico en las redes, empujado por Martín Cauteruccio tras la asistencia del ex jugador del León y autor del primer tanto.

La entrega de Rayados no fue suficiente para descontar la ventaja celeste, que finalizó con el triunfo convincente del Cruz Azul, que ahora se concentrará en lograr el título de la Liga MX.

Con el rezo del Avemaría y un efusivo aplauso, Peláez finalizó el instante de agradecimiento a Dios y a la Virgen Marí, en el cual participaron con devoción tanto titulares, como jugadores de banca y cuerpo directivo. Y enseguida vinieron los brincos, gritos y vítores de todos los tonos azules con los que la “Máquina cementera” tocó el cielo que tanto se le había alejado.