Abimael César Juárez
La defensa y atención a los pueblos originarios de Chiapas continuarán su curso como hasta ahora lo ha hecho la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, aseguró Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de esa Iglesia particular, luego de que en días pasados el Papa Francisco le aceptara su renuncia y nombrara en el cargo a Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, hasta entonces obispo de Tehuacán, Puebla.
En entrevista para Desde la fe, en su calidad de administrador apostólico –hasta el próximo 3 de enero cuando Mons. Aguilar Martínez tome posesión de la diócesis– Mons. Arizmendi dijo que mientras tanto seguirá trabajando en este tenor desde el CELAM, donde todavía permanecerá año y medio como responsable de la Pastoral de Pueblos Originarios. “No afecta mi ausencia, el Espíritu Santo guía a su Iglesia”, dijo refiriéndose a su ausencia.
Además dejó en claro que el Instituto Nacional de Antropología e Historia también continuará con su labor de reparar y reconstruir las iglesias que resultaron afectadas por los sismos del 7 de septiembre en la entidad.
“Mientras Dios me conceda vida y salud me dedicaré a escuchar en confesión a las personas que lo deseen, así como ofrecer asesoría espiritual a quienes lo soliciten, y continuaré con algunos proyectos”, adelantó el Obispo, quien también precisó que no permanecerá en Chiapas, sino que regresará a Toluca, su diócesis de origen, donde, de común acuerdo con el Obispo local y la comunidad diocesana, “no me voy a descansar o a jubilarme, solamente haré otras cosas que no hacía en San Cristóbal de las Casas”.
Monseñor Arizmendi aseguró que seguirá trabajando en los medios de comunicación, pero de forma menos sistemática. “No considero pertinente escribir cada ocho días sobre temas de actualidad, porque esto es muy exigente, sino en forma ocasional”, adelantó.
Sobre el nuevo obispo de San Cristóbal de las Casas, comentó que se trata de un hombre que posee mucha experiencia y un corazón muy grande, lo cual fue uno de los criterios para proponerlo en cuenta como candidato a obispo de San Cristóbal de las Casas, integrada por un población mayoritariamente indígena. “Por eso agradezco mucho que haya aceptado esta misión, pues de esa manera me retiro lleno de mucha esperanza”.
Para finalizar, Mons. Felipe Arizmendi agradeció a Dios y a los chiapanecos, y en general a todos los mexicanos, la oportunidad que le dieron de servir: “con la única ilusión de que todos sigamos a Cristo, pues Él es el único camino de vida plena. Él me ha hecho feliz, fecundo, realizado, padre, hermano, servidor. Yo espero que este cálido y noble pueblo de Chiapas nunca se aleje de Él, y que Él guíe sus pasos”.
Monseñor Felipe Arizmendi fue ordenado el 7 de marzo de 1991 como obispo en la Diócesis de Tapachula, Chiapas, en la que permaneció hasta e 30 de abril del año 2000. Posteriormente, el 1 de mayo de 2000 comenzó su labor en la Diócesis de San Cristóbal, donde prestó sus servicios por más de 17 años. Chiapas es uno de los estados más pobres del país y con mayor cantidad de comunidades indígenas.
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