11 consejos para asistir en familia a la Eucaristía
Becky Roach
Para mí es todo un tema llevar a mi familia a Misa y que aprendan el ritual y las palabras que en cada momento se dicen. No importa lo temprano que levante a todos y lo planificado que deje todo la noche anterior, siempre sucede algo que finalmente nos retrasa. El caos continúa incluso cuando llegamos a la iglesia, sólo piensen lo que significa poner en orden a cuatro niños menores de diez años y a una bebé.
Encontrar sitio es vital para el éxito de nuestra familia en Misa, y siempre requiere de algún malabar para poder estar todos sentados. Siempre tenemos que recordarles que hagan silencio, que se arrodillen y que se queden quietos. No voy a negar que algunas veces sucede un “milagro” y todos se quedan quietos y participan contentos de la Misa, y no falta quien nos felicite por nuestros niños, pero… ¡ojalá todos los domingos fueran así!
Lo primero que debemos entender es que Dios quiere a nuestros pequeños en su casa y es labor de nosotros los padres llevarlos y enseñarles a conocerla. Con esta idea, quiero compartir unos cuantos consejos que he ido aprendiendo con los años. No les prometo que servirán a la perfección, pero pueden ser muy útiles.
1. Prioriza
Ir a Misa nunca debe ser una opción para tus hijos (a menos que alguno esté enfermo o exista alguna situación que lo impida) La rutina es importante para los niños. Desde una edad temprana es importante que aprendan –con nuestro ejemplo– que ir a Misa los domingos es lo que la familia hace. Ellos llegarán a entender que es parte de sus actividades semanales y algún día esperarán con gusto el Domingo para ir a Misa.
2. Recuerda el objetivo
Recuerda que no estamos enseñándoles simplemente que se puedan quedar sentados quietos una hora, esa no es nuestra meta. El objetivo es enseñarles a amar a Dios, a Jesús, a la Iglesia. Tener esto en mente puede ayudarnos a mantener la calma, y con paciencia, aceptar si nuestros hijos no se comportan a la perfección. Si nos enojamos y les llamamos la atención siempre van a asociar el ir a Misa con papá y mamá enojados.
3. Espera la gracia de Dios
Así como habrán días en los que sentimos que perdemos la paciencia y el mal genio sale, comprendamos que nuestros niños tendrán días en los que simplemente no pueden portarse bien, esta es una oportunidad para dejar que la gracia de Dios actúe sobre ellos.
4. Planifica y prepárate
Es crucial que te prepares para ir a Misa con tiempo, especialmente cuando tienes niños pequeños. Explícales lo que sucede en la Misa y por qué es necesario hacer silencio. Mis hijos entendieron fácilmente que necesitan estar quietos porque otras personas están rezando y escuchando a Dios, no es simplemente que tengan que estar quietos por que sí. Una buena estrategia es contarles el Evangelio con anticipación, obviamente con palabras que ellos entiendan, así comprenderán que no sólo vamos a sentarnos, arrodillarnos y pararnos automáticamente y sin sentido.
5. Practica
Conversa con tus niños sobre la Misa y practiquen a modo de juego. Mis hijos encontraron este video muy entretenido https://bit.ly/2FcNeXB. Incluso empezaron a jugar a la misa, claro sin todos los ornamentos, ¡pero usando un lindo plato y una copa de plástico! Esto los ayuda mucho y los familiariza con una actividad que es parte de su familia.
6. Reza
Camino a la iglesia no está de más rezar, en realidad nunca está de más rezar y pedirle al Espíritu Santo que te dé la sabiduría y paciencia para enseñar a tus niños a amar a Dios.
7. Vístanse para la ocasión
Tomarse el tiempo para ayudar a que los niños estén vestidos para la ocasión les enseña que ir a Misa es un acto importante, no es cualquier lugar donde ir a jugar, es la casa de Dios y Él te está esperando con una fiesta.
8. Lleva provisiones
Sé que aquí hay varias opiniones y posiciones. Yo personalmente, dependiendo de la edad de mis niños y de su personalidad llevo algunas cosas como agua, o algún pequeño dulce que ayude a que alguno de los pequeños se quede en calma. También llevamos para cada uno de los niños mayores un misal infantil.
9. Participa de la Misa y explícala
A los niños les encanta cantar y rezar las plegarias que ellos se saben. Anímalos y enséñales lo que ellas significan. Susúrrales al oído lo que cada parte significa, participa de la Misa y no estés distraído, si tú lo haces, ellos lo harán. Por ejemplo: “¡Mira! este es el momento en que el pan se convierte en el cuerpo de Jesús”. Ellos poco a poco empezarán a esperar por esos momentos especiales.
10. Retírate un poco cuando sea necesario
Retírate al fondo si tu bebé o tu hijo menor llora, o incluso sal un momento de la iglesia pero sólo hasta que se calme el bebé. No te quedes fuera de la Misa siempre. En mi experiencia mis chicos se terminan comportando peor fuera de Misa que dentro. Sal y cálmalos, pero luego vuelvan a entrar.
11. Habla de la Misa luego de que termine
Habla con tus niños sobre la Misa luego de que ésta termine, o durante la semana. Que te cuenten qué entendieron de la homilía o qué fue lo que experimentaron. Revisa con ellos su comportamiento y felicítalos cuando lo hayan hecho muy bien.
Conclusión: Recuerda que la niñez es una edad que pasa muy rápido y lo que formes ahora perdurará, como dice el dicho: “Habrán días largos, pero los años son cortos”, y esta época terminará antes de lo que piensas. Tómate el tiempo para gozar de esa ternura e inocencia de tus niños. Observa cómo se maravillan ante la grandeza de Dios. Tal vez sean tus niños los que te den las mayores lecciones de fe.
Fuente: Catholic-link
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