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“Después de las elecciones, urge la reconciliación”

  • José Luis Aguilar: “En vísperas de las elecciones, muchas personas tenían la sospecha de que algo malo ocurrirá en el país, pero como católicos, tenemos que asumir que estamos llamados a construir la paz”.

 

Abimael César Juárez

“Una vez concluidas las elecciones del pasado 1 de julio, los mexicanos estamos llamados a la reconciliación y participar de la vida democrática, pensando siempre en lo mejor para el país”. Así lo dijo José Luis Aguilar, responsable de la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis Primada de México, al ser cuestionado sobre qué sigue para el pueblo de México, especialmente para los católicos, una vez que sabemos en manos de quién ha quedado el destino del país para los próximos seis años.

José Luis Aguilar aseguró que como ciudadanos católicos, en primer lugar, tenemos el deber de que no haya un país fraccionado por motivos políticos, independientemente de la simpatía que hayamos tenido por algún candidato, partido o coalición: “En vísperas de las elecciones, muchas personas tenían la sospecha de que algo malo ocurrirá en el país, pero como católicos, tenemos que asumir que estamos llamados a construir una nación de paz y reconciliación, y apoyar a quien la mayoría de los electores ha elegido, mirando por el bien común y el desarrollo de nuestro país”, dijo.

Consideró que en materia de inseguridad, de violaciones a los derechos humanos, de violencia e impunidad, que son cuestiones que padecemos los mexicanos en nuestro diario vivir, los católicos pueden hacer mucho: “Si queremos mejorar nuestro país, debemos participar activamente en temas como estos, seguir participando de la vida democrática, y hacer que todos nos sintamos incluidos en esta tarea, ya sea de forma individual o colectivamente o a través de organizaciones sociales.”

Para ello, sugiere que, más que juzgar a las personas que durante el próximo sexenio nos van a representar, la ciudadanía en general debe tener una participación más directa, y empezar a trabajar en conjunto por el bien de la nación; en primer lugar, dándole seguimiento a las políticas sociales y públicas, los derechos humanos, la superación de las desigualdades sociales, la pobreza, empleo, mejores salarios, promoviendo los productos hechos en México y los mercados locales y comunitarios, las redes de producción y distribución, cuidado y conservación del medio ambiente, entre otros temas, pero también observando que las leyes se cumplan para abatir la impunidad y la corrupción pues sólo de esa manera podemos ir construyendo un país con rumbo y futuro, con fortaleza interna. “Como dice el Papa, hay que organizarnos para construir espacios de diálogo, puentes, para buscar lo mejor para este país”.

José Luis Aguilar recordó que la participación de las personas no termina con la emisión del voto; “al contrario, este debería ser el inicio para un mayor involucramiento a fin de darle seguimiento a todas las ofertas políticas que nos presentaron los candidatos y por las cuales votamos, a fin de que éstas se lleven a cabo; si no se cumplen, debemos ser críticos, presionar y manifestarnos para que lleguen a buen término, de tal manera que podamos experimentar los beneficios de toda la oferta política, a pesar de la poca viabilidad de algunas propuestas”, añadió.

Pero además, consideró que la participación ciudadana no debería limitarse a cuestiones políticas, sino trasladarse a acciones solidarias con otros sectores de la población. Por ejemplo –dijo– de acuerdo a algunas estadísticas del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, existe una baja participación de las personas en actividades de voluntariado (menos del cinco por ciento) o en alguna actividad altruista a través de una organización civil.

Finalmente, alertó del riesgo de ser un pueblo que espera que sus gobernantes les resuelvan todos los problemas. En este sentido, destacó la importancia de que en la situación actual, los ciudadanos trabajen en paralelo con las autoridades, exijan educación,  mejores condiciones de trabajo y mejores salarios, así como mejores oportunidades para emprender iniciativas que favorezcan el desarrollo del país. “Porque cuando la gente recibe mucha ayuda sin nada a cambio, lo único que hace es limitar su capacidad y su libertad para hacer otras cosas; cuando la persona recibe un recurso económico mes a mes, deja de  participar en la vida democrática, se le instrumentaliza”, advirtió.


“La participación ciudadana no debe limitarse a cuestiones políticas, sino trasladarse también a acciones solidarias con otros sectores de la población; por desgracia, los mexicanos participamos poco en este tipo de acciones”.
José Luis Aguilar

Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México

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